El nuevo proceso litográfico usado por Intel para la producción de los Alder Lake, junto con los cambios en los dominios de voltaje a lo largo y ancho de la arquitectura, va a permitir sustanciales aumentos de frecuencia en estos procesadores. Lo demuestra el hecho de que se siguen sucediendo nuevos récords de velocidad en el sector PC, con el último anunciado por Gigabyte ya que se ha usado una placa base Z690 Tachyon AORUS para ello.

Usando un Core i9-12900K, se ha conseguido subir el procesador hasta los 8 GHz, sometiéndose a las distintas validaciones de estabilidad por internet, en este caso de CPU-Z. También se ha conseguido usar con memoria DDR5 subida hasta los 8300 MHz con unos subtiempos de 52-52-52-100, lo cual ya empiezan a ser valores que marcarán diferencia con la DDR4. Eso sí, siempre que se tenga nitrógeno líquido en casa. Está por ver lo que se puede conseguir con una refrigeración por aire o líquida normal.

Vía: Videocardz.