Se lleva hablando unos meses de que los productores de chips han aumentado el precio para producir obleas en sus instalaciones. Esto es normal cuando hay más demanda que oferta y ya ha ocurrido anteriormente, por lo que en esta situación de sobredemanda se puede esperar que los precios de TSMC hayan ido subidendo desde el año pasado. Pero en esta ocasión desde el Wall Street Journal ponen números a esas subidas para los próximos meses: hasta un 20 %.

En este caso hacen referencia a todos los precios de producción y no solo a los de pedidos puntuales porque hablan de que los nuevos precios entrarían en vigor a partir de 2022. Dicho de otra forma, impactaría previsiblemente a las compañías que hacen contratos a largo plazo como AMD o Apple. Pero a su vez, debido al volumen de producción que tienen y a que invierten dinero en TSMC para conseguir precios ventajosos, la subida no debería alcanzar los máximos que hablan en la noticia.

Por ejemplo, dicen que los procesos de 7 nm e inferiores tendrían un aumento de precio de hasta un 10 %, mientras que los más asentados, por encima de esos 7 nm, experimentarían un aumento de hasta el 20 %. TSMC tiene planes de invertir más de 100 000 millones de dólares en expandir su producción, y la financiación tiene que venir a través de deuda, subvenciones y los propios ingresos de la compañía. Samsung ha dejado caer comentarios similares de subir precios para financiar la expansión.

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El grueso de los beneficios de TSMC procede actualmente de los nodos de 5 nm y 7 nm por lo que ese 10 % de aumento de precio afectaría a la mitad de su producción. El 20 % afectaría a la otra mitad, probablemente no por igual a todas los nodos litográficos, que al ser procesos maduros tienen la ventaja de mejorar la productividad de la oblea con el tiempo teniendo aún más chips viables, aunque en algunos casos ya no hay mucho margen de mejora. De hecho TSMC ha incidido varias veces en que su proceso de 5 nm está consiguiendo una mayor productividad en menor tiempo que el proceso de 7 nm, por lo que en realidad ese alza del 10 % del precio tampoco se debería notar en exceso en los productos más caros.

La cuestión ahora está en, si es cierto, que seguramente lo sea por simple ley de oferta y demanda, cómo se trasladará a los precios de los productos finales. Todo el sector está patas arriba, con tarjetas gráficas teniendo un PVP el doble de su PVPR o procesadores que han empezado a subir de precio notablemente —aunque también por problemas de distribución—. Por eso por mucho que suba TSMC el coste de producción de los chips a sus clientes no parece que el consumidor lo vaya a notar. Además que se está hablando que serían precios mayores a partir del próximo año, por lo que lo que se conseguiría sería normalizar los precios altos, dar la sensación de que esos precios son los normales para los productos. Decían algunos analistas que la cosa se empezaría a normalizar a finales de año, pero para que se termine el año quedan cuatro meses y la cosa no parece mejorar.

Vía: TechPowerUp.