Intel ha inaugurado una nueva categoría de producto con el dispositivo que denominado unidad de procesamiento para infraestructuras (IPU, del inglés infrastructure processing unit). No es nuevo ya que se lleva un tiempo hablando de las IPU, pero ha querido introducirla formalmente. Es una forma de descargar ciertas cargas de trabajo del procesador central (CPU) con un acercamiento seguro, programable, estable y que equilibra procesamiento y almacenamiento. Todo en palabras de Intel, que intenta venderlo como un gran avance para los centros de datos, un sector del que ha ido perdiendo agarre en los últimos años.

La IPU viene a ser otro tipo de procesador al que se descarga buena parte de las tareas de microservicios que normalmente se ejecutan en la CPU. Eso incluyen cosas como virtualización de almacenamiento y funciones de infraestructura, entre otras. Es un sistema flexible y configurable, aunque unos más que otros ya que los primeros que ha desplegado en sus centros de datos son FPGA —más versátiles— y posteriormente llegarán otros ASIC —menos versátiles pero más eficientes—.

En la web de Intel se puede ver qué son exactamente estas IPU. Llegan inicialmente como tarjetas PCIe 4.0, como el adaptador N5010 de Silicom, que incluye una FPGA tipo Stratix 10 de Intel con puertos 100 Gigabit Ethernet. Otros modelos de IPU son menos avanzados para necesidades más concretas, pero de momento lo mostrado son todas FPGA.

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