Intel ya tiene la mirada puesta en los procesadores Rocket Lake S de sobremesa, y son importantes porque supondrán la primera novedad real en su microarquitectura desde la presentación de la Skylake. Van a incluir unos nuevos núcleos que le darán mayor potencia mononúcleo, la cual la ha ido ganando en el último lustro con optimizaciones del núcleos Skylake, mejorando el añejo proceso litográfico de 14 nm, y aumentando las frecuencias de funcionamiento.

Una curiosa trasparencia ha aparecido en Videocardz indicando que Intel podría hacer nuevos movimientos en la configuración de núcleos de los Core. Los Core i9 podrían bajar a ser de ocho núcleos con multihilo (8N/16H), mientras que los Core i7 pasaría a ser de 8N/12H, en una extraña jugada por parte de Intel, o un error a la hora de apuntar la información.

La indicación que son vPro —características empresariales de seguridad y gestión remota— es irrelevante en este caso porque gran parte de los Core i5, Core i7 y Core i9 de sobremesa lo tienen —Core i9-10900K, Core i9-10900, y Core i9-10900T en la serie Core i9, por ejemplo, pero no los Core i9-10900K/F—. En la transparencia parece indicar que los -K tendrán vPro y el resto no, pero faltaría información.

Otro detalle importante sería que podría haber un refresco de Comet Lake S de algunos modelos de Core i3 y Pentium Gold, por lo que se podrían mezclar en el mercado los Rocket Lake S con los Comet Lake y el refresco de Comet Lake S.

Sigo opinando que la jugada que creo que está preparando Intel es simplemente refrescar los procesadores más potentes en un plazo de seis meses, los de sufijo K, que es algo que ya ha hecho en otras ocasiones, dejando el resto de la alineación sin tocar, para ir haciendo una transición a la nueva arquitectura.

Se ha hablado de una gran ganancia de rendimiento por núcleo, un mínimo del 20-25 % pero otros rumores han llegado a decir que podría llegar al 50 %, por lo que esos Core i9 de 8N/16H deberían ser al menos igual de potencia que el actual Core i9-10900K de 10N/20H, y probablemente consumiendo menos. La discusión de si llegarán a 10 nm o a 14 nm es para cuando surja algún otro rumor al respecto, pero todo sigue apuntando a que serían a 14 nm.

Por último, aunque los chipset de serie 400 son compatibles con el PCIe 4.0 que implementarán estos Rocket Lake S, parece que Intel lanzaría algún chipset nuevo dentro de la serie 500. El zócalo sería el mismo, LGA 1200, pero habría varias mejoras, como una conexión DMI 3.0 de ocho canales en lugar de cuatro, nuevas opciones de conectividad integrada (Thunderbolt 4), uso de memoria de hasta DDR4-3200 sin tener que pasar a usar perfiles de memoria avanzados, y que aparentemente saldrían del propio procesador cuatro canales PCIe 4.0 para una unidad de almacenamiento de este tipo.

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Vía: Videocardz.