El mercado de las unidades de estado sólido con interfaz PCIe 4.0 es muy pequeño ahora, con solo las placas base X570 siendo (oficialmente) compatibles y solo unas pocas SSD a la venta como la MP600 de Corsair. Pero irá haciéndose más grande en el futuro cercano cuando se extienda a más plataformas, aunque eso no parece que ocurra al menos hasta 2020. Mientras tanto, los fabricantes de los controladores de estas SSD están anunciando nuevos modelos poco a poco, y le ha llegado el turno a Marvell Technology.

Ahora mismo se usan sobre todo los controladores de Phison, y a partir de ahora los fabricantes tendrán tres de Marvell para elegir, dentro de la serie 88SS1320 que se llaman simplemente 88SS1321, 88SS1322 y, lo habéis adivinado, 88SS1323. Están fabricados con un proceso de 12 nm y usan tres núcleos Cortex-R5 para procesamiento.

El primero de ellos está orientado al sector consumo más exigente, y se usa junto a memoria DDR4 como búfer para dotar a la SSD de mayor velocidad. En este caso alcanza los 3.9 GB/s de velocidad de lectura secuencial y 3.3 GB/s de escritura secuencial, mientras que la lectura/escritura aleatoria es de 690/500 kIOPS. Al igual que los otros dos modelos, usa cuatro canales de comunicación NAND con hasta 1200 MT/s con una interfaz PCIe 4.0 ×4.

Los otros dos no usan memoria de búfer y tienen menos velocidad en general. El 88SS1322 alcanza la misma velocidad máxima secuencial pero la aleatoria baja a los 500/350 kIOPS. Hay unidades PCIe 3.0 ×4 que tienen más velocidad aleatoria, que al final es la que puede limitar más a la SSD al hacer un uso realista —mixto entre aleatorio y secuencial—. El otro, 88SS1323, usa una conexión PCIe 4.0 ×2 y tiene una velocidad máxima de 3.5/3.0 GB/s secuencial, y 450/300 kIOPS aleatoria.

Este último controlador me resulta mucho más interesante al usar solo dos canales PCIe, pero puede verse duramente perjudicado al usarlo en modo PCIe 3.0 ×2. El apartado positivo es que, uniendo el proceso de fabricación de 12 nm con una orientación de bajo consumo, tendrán un impacto energético de apenas 2 W. Además, son chips bastante pequeños por ese proceso (8 mm × 11 mm), y por tanto Marvell cree que se podrán crear SSD de tamaño tan pequeño como el M.2 2230 (22 mm × 30 mm) frente al 2280 (22 mm × 80 mm) habitual, con las ventajas de cara al mundo de los ultraportátiles.

También se ve por las características de estos controladores que están orientados a clientes menos exigentes y por tanto conformarán SSD más económicas según la propia Marvell, sobre todo el 88SS1323 que no requiere de DRAM y usa solo dos canales. Aun así, las SSD que los usen competirán en precio y rendimiento con la gama alta de SSD de tipo PCIe 3.0, que es al final lo que busca ofrecer Marvell.

Vía: AnandTech.