AMD aseguró en 2017 que las placas base con zócalo AM4 recibirían actualizaciones hasta al menos 2020 para ser compatibles con los procesadores Ryzen y Athlon que fuera poniendo a la venta. Sin embargo, poco a poco se está viendo que la promesa es difícil de cumplir por parte de los fabricantes de placas base, y tiene que ver con el tamaño del código base que les proporciona AMD llamado AGESA (arquitectura software genérica encapsulada).

AGESA es la base del BIOS de las placas base, pero su tamaño ha crecido hasta el punto que no entra en las EEPROM de 16 MB incluidas en las placas base AM4. Eso ha llevado a empresas como MSI a tener que ofrecer una versión beta del BIOS para los Ryzen 3000 en la que elimina la compatibilidad con procesadores antiguos como los Athlon y procesadores serie A —los procesadores para zócalo AM4 fabricados con chips a 28 nm—. Puede que no sea una gran pérdida ahora, pero puede serlo cuando llegue la serie 4000, ya que MSI podría tener que eliminar la compatibilidad con, por ejemplo, los Ryzen 1000.

Además, MSI ha tenido que cambiar el aspecto del BIOS a uno mucho más sencillo, desde el Click BIOS 5 hasta el Click BIOS tipo GSE Lite, que es muy básico y casi una sucesión de menús sin ningún tipo de usabilidad asegurada. Se prescinde de diversas características del BIOS, pero se mantiene las fundamentales, como el uso y configuración de perfiles de memoria (AMP/XMP), gestión de ventiladores o capacidad de reescribir el BIOS.

Las placas base X570 llegan con una EEPROM de 32 MB con todas las capacidades del BIOS al completo, por lo que es una manera indirecta de las compañías de placas base y AMD de empujar a los que quieran todas las funcionalidades de overclocking a las placas base X570.

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Vía: TechPowerUp.