AMD estuvo en una situación comprometida la mayor parte de esta década, pero especialmente entre 2010 y 2014 que motivó que el Consejo de Dirección de la compañía optara por fichar a la doctora Lisa Su como directora ejecutiva de la empresa. La decisión ha demostrada ser acertada a juzgar por los productos que AMD está poniendo en el mercado hoy en día.

En una entrevista, Su ha hablado de las razones del éxito de la compañía, y lo achaca a haber hecho apuestas arriesgadas, que es algo que aprendió en sus tiempos en IBM. En aquella empresa estuvo entre 1994 y 2007, donde el mejor consejo que le dieron fue que los «problemas crean oportunidades». Y esos problemas han hecho que las acciones de AMD se revaloricen un 900 % en el tiempo en que ha sido directora ejecutiva.

AMD tenía bastantes problemas en 2014, y nada más tomar el mando de la compañía tuvo que tomar decisiones decisivas entre 2015 y 2016 para establecer el itinerario de la compañía hasta que entre la década de 2020. Esa apuesta era sobre todo la de ir a por los procesos litográficos más avanzados, y específicamente por lanzarse a la piscina con el proceso de 7 nm que le va a permitir poner en el mercado los Ryzen 3000 que van a ofrecer más potencia por un precio menor.

Aunque, en este caso, hay que decir que Su no podía prever en 2015 que Intel iba a tener una escasez de producción entre 2018 y 2019 de sus procesadores a 14 nm que también ha afectado a la llegada de sus procesadores de 10 nm, por lo que una gran dosis de suerte también ha tenido. Y además tiene mucho que ver los ingenieros que tiene en su empresa en la división de procesadores, y sobre todo al creador de la arquitectura Zen, nada menos que Jim Keller, el cual fue contratado en 2012 para dejar atrás a la arquitectura Bulldozer.

Lisa Su también ha tomado decisiones sobre en qué sectores no invertir para mantener las cuentas más o menos saneadas, aunque en este caso también ha tenido algo de mala suerte tras la cancelación de GlobalFoundries de su proceso a 7 nm. Una inversión salvada gracias a rediseñar rápidamente sus chips con el proceso de TSMC.

La excelsa directora ejecutiva de la compañía también destaca un cambio importante en la cultura de la compañía y es tan simple como «proporcionar lo que hemos dicho que vamos a dar». Comenta que muchos clientes de AMD la decían que les gustaban sus productos pero su itinerario era errático y cambiaba continuamente, lo que les desincentivaba a la hora de comprar sus productos. Ahora parece que está todo mucho más definido y tanto ella como todos sus empleados están dispuestos a mantener el desarrollo de todo lo prometido.

Lo que no parecen comentar en la entrevista son las tarjetas gráficas Radeon, que siguen sin aportar nada especialmente diferenciador al mercado. De hecho, las Radeon RX 5700 son una buena base para el futuro, debido a la reorientación de la arquitectura a juegos en lugar de a computación, pero hasta el próximo año o el siguiente no se va a saber si realmente Lisa Su es tan buena directora como para sacar a la división de gráficos del pozo en el que se encuentra.