Google ha tenido una serie de reveses en la Unión Europea como consecuencias de su posición dominante en varios sectores: Android, su buscador y su red de anuncios AdSense. En cuanto a este último, la Comisión Europea realizó una investigación para determinar si estaba abusando de su posición, y dictaminó que así era, metiéndole una multa de 1490 millones de euros.

Se da la situación en la que la cuota de mercado de Google con su buscador en la Unión Europea es del 90 %, mientras que la de AdSense es del 75 %. En esta condición, ninguna compañía puede usar un servicio para promocionar otro de sus servicios a costa de los de la competencia, por lo que no puede mostrar anuncios de Google en las primeras posiciones de los resultados de búsqueda. Google tampoco permite que otras redes publicitarias se muestren en los resultados de búsqueda. La economía no funciona según un «son mis productos y hago con ellos lo quiero» cuando tienes controlado un 90 % del mercado porque mermas la competencia en el mismo.

Ahora Google ha optado por recurrir la decisión de la Comisión Europea y esa multa de 1490 millones de euros, que fue establecida en función de sus prácticas restrictivas de la competencia entre 2006 y 2016, haciendo aceptar términos de exclusividad de uso de su red publicitaria. Google también ha recurrido los 2420 M€ de multa por abuso de posición dominante en los resultados de búsqueda y de 4340 M€ por abuso de posición dominante en Android.

El mayor problema que tiene Google ahora es que el recurrir las multas en la Unión Europea suele terminar con el aumento de las mismas, ya sea por los retrasos en dar cumplimiento a los términos de las mismas, o porque la Comisión Europea encuentre nuevas pruebas que respalden sus investigaciones.

Vía: EnGadget.