Intel está siendo cada vez más abierto sobre su itinerario de desarrollo de procesadores, por la cuenta que le trae, y en el día para inversores que ha celebrado ha dado bastantes detalles de lo que vendrá hasta 2023. Quizás resulte interesante la nueva orientación que tiene en los procesadores de movilidad para dotarlos de mayor potencia gráfica, como ocurrirá con algunos modelos de Ice Lake al incluir la nueva arquitectura de generación 11 de la compañía.

Pero en 2020 van a llegar al sector de la movilidad los Tiger Lake, con chips fabricados a 10 nm, que incluirá además un nuevo motor gráfico basado en el Xe de sus futuras tarjetas gráficas que llegarán también en 2020, y también una nueva microarquitectura de sus núcleos. No ha dado muchos detalles de la potencia que alcanzarán estas unidades gráficas, pero siendo una nueva arquitectura desarrollada para escalar sin problemas entre chips de pequeño y gran tamaño —o incluso combinando varios—, el posible resultado despierta cierto interés.

La idea de estos procesadores, que debutarían como los Tiger Lake Y de ultrabajo consumo y Tiger Lake U de bajo consumo para portátiles, es aportar una mayor potencia gráfica en un sector muy demandado a nivel profesional como es el de los ultraportátiles. En ellos el bajo consumo es imprescindible para dar la mayor autonomía posible, pero sin olvidarse de la potencia para mover ciertas herramientas profesionales que pueden cargar un poco más la unidad gráfica del sistema que los programas ofimáticos.

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Vía: TechPowerUp.