Intel ha recuperado uno de sus antiguos procesos litográficos para fabricar un nuevo chipset orientado a placas base de procesadores de 8.ª y 9.ª generación. Se trata del B365, y es una evolución e involución del B360, porque mejora en unos aspectos y empeora en otros. El motivo evidente es la necesidad que tiene Intel de liberar sus escáneres para la fabricación de chips a 14 nm, en los cuales produce sus chips a 14 nm de las mencionadas generaciones.

Intel no ha hecho un gran anuncio sobre este nuevo chipset, y es similar al actual B360, pero por ejemplo retira la gestión de conectividad wifi 802.11ac, y tampoco puede gestionar por sí mismo conexiones USB 3.1 —ambas cosas las tendrán que hacer las placas base que lo usen con chips controladores de Intel u otras compañías—. En la práctica no importa excesivamente si lo hace el chipset u otro controlador.

A cambio, este chipset gestiona hasta catorce conexiones USB en total, hasta ocho USB 3.0, que son dos más que el B360. La buena y curiosa noticia es que este chipset puede gestionar hasta 20 canales PCIe en lugar de 12, lo cual puede beneficiar las disposiciones multi-GPU o la gestión de más almacenamiento PCIe del normal. También puede usar por hardware disposiciones en RAID de unidades PCIe y SATA, que no lo tenía el chipset B360.

Vía: AnandTech.