AMD está consiguiendo darle la vuelta a su situación en el mercado de los procesadores, incluida en los centros de datos, y el anuncio de los EPYC a 7 nm debería sentar como una piscina de agua fría cayendo sobre Intel. AMD ha confirmado una estrecha colaboración con TSMC para producir sus chips con la litografía de 7 nm, y confirma algunos datos: reduce el tamaño de los chips a la mitad, reduce el consumo en un 50 % a misma potencia, o les permite en caso de que así lo deseen aumentar un 25 % el rendimiento de los EPYC 2 al mismo consumo. Cómo equilibre para ellos el consumo y potencia está por ver.

En la presentación se ha confirmado que los EPYC basados en la arquitectura Zen 2 utilizan un chip de control al que se conectan los chiplets —circuitos integrados embebidos en otros chips—, lo que permite mejorar sustancialmente la latencia de la comunicación de entrada/salida (E/S) de estos procesadores. AMD se refiere a ello como un «revolucionario diseño chiplet». Se ve en la imagen de abajo que ese chip de control a 14 nm —otra pastilla embebida en el propio procesador— se encargaría de hacer un acceso uniforme a memoria (UMA) frente al no uniforme (NUMA) usado en los EPYC y Threadripper actuales. Además, al mover a otro chip la lógica del acceso a memoria y otra conectividad relacionada, los chiplets serán aún de menor tamaño.

AMD ha pasado casi de puntillas sobre esta arquitectura Rome, pero es básicamente lo que previamente se había mencionado en base a rumores. De la arquitectura Zen 2 ha indicado que tendrá mitigaciones por hardware frente a la vulnerabilidad Spectre, mejoras de seguridad, mejoras en la caché, carga previa (prefetch), y otra serie de modificaciones que lleven a mejorar «sustancialmente» la potencia de los EPYC 2 respecto a los EPYC. Para el resto de detalles habrá que esperar a principios de 2019.

20181106_174700_hdr.jpg