Tras una primera generación que asentaba el terreno para los procesadores Ryzen de AMD, la compañía ha tenido un éxito rotundo con la 2.ª generación. Sin embargo, se trata de una optimización de arquitectura de su núcleo a la que AMD llamó Zen+ en vez de Zen de la 1.ª generación, que ha aportado una mejora de las instrucciones por ciclo (IPC) ejecutadas de apenas del 3 %. El resto de la mejor de potencia procede de la reducción de proceso litográfico de 14 nm a 12 nm, con mejores temperaturas y por tanto permite mayores frecuencias.

De esas mayores frecuencias se apunta a una mejora de rendimiento de los Ryzen 2000 en torno al 6-10 %, que junto al aumento del IPC se queda en una mejora intergeneracional de rendimiento de en torno al 10 %. Sin embargo, la generación Ryzen 3000, que llegará a 7 nm, puede tener múltiples fuentes de mejora, y una de ellas será la arquitectura Zen 2 que usará AMD.

Según Bits and Chips, en un tuit, la mejora del IPC sería de un 13 % respecto a Zen+, o un 16 % respecto a Zen. Una mejora sustancial directa por el cambio de arquitectura, a la que habría que sumar cualquier mejora de frecuencias que pudiera haber. Se ha hablado anteriormente de que la mejora intergeneracional de rendimiento podría ser de en torno al 15 %, teniendo en cuenta que si AMD quiere llevar al sector generalista algún procesador Ryzen de 16 núcleos físicos tendrá que gastar las mejoras de la litografía de 7 nm en reducir el espacio que ocupan las pastillas Zeppelin —suponiendo que sigan siendo de 8 núcleos—. Pero solo con ese 13 % más de IPC sería una buena mejora que lo situaría en la línea de los procesadores de Intel.

Vía: TechPowerUp.