Mucho ha llovido desde que Steve Jobs declarase la guerra termonuclear para proteger el iPhone de aquellos que lo querían copiar impunemente. Esa guerra se inició para atajar a Android en general, y empezó por los teléfonos Galaxy de la época fabricados por Samsung. La compañía coreana fue demanda por Apple por copiar el diseño externo, pero también otros apartados como el efecto rebote al desplazar la pantalla y llegar al tope, entre otras.

Ahora, Apple y Samsung han llegado a un acuerdo para dar por zanjada la disputa legal, una disputa que ya ha tenido varios veredictos y que, el pasado mayo, un jurado otorgó 539 M$ a Apple en concepto de daños y perjuicios por violar las patentes. Samsung no se ha pronunciado sobre este acuerdo, y tampoco han trascendido los términos finales del mismo para zanjar el asunto.

Un portavoz de Apple se ha mostrado muy animado por el resultado, indicando que «creemos profundamente en el valor de nuestros diseños, y nuestros equipos trabajan incansables para crear productos innovadores con los que disfruten nuestros clientes. Este caso ha sido por algo más que el dinero. Apple inició la revolución de los teléfonos inteligentes con el iPhone y es un hecho que Samsung copió descaradamente su diseño».

Vía: EnGadget.