Western Digital ha presentado una nueva SSD, que es la renovación del WD Black en formato tarjeta M.2 2280 que ya tenía en el mercado. Puesto que ha mantenido el nombre, puede causar un poco de confusión entre los compradores, por lo que me referiré a él con la cada vez más habitual coletilla en este tipo de productos de añadir el año en el que han sido presentados. Este WD Black 2018 mantiene la interfaz PCIe 3.0 ×4 del modelo anterior, pero su lectura/escritura secuencial pasa a alcanzar los 3400 MB/s y 2800 MB/s, frente a los 2050 MB/s y 800 MB/s del modelo al que sustituye.

La mejora es excelente, y lo pone en la línea del 960 EVO de Samsung, por lo que son palabras mayores en el terreno de las unidades de estado sólido. Esta SSD también alcanza los 500 000 IOPS (operaciones de entrada/salida por segundo) de lectura aleatoria y los 400 000 IOPS de escritura aleatoria, y lo consigue con un nuevo chip controlador que está desarrollado por la propia Western Digital. El controlador es la salsa McDonald's o la Coca Cola de las SSD, del que las compañías nunca hablan y nunca dan datos específicos de cómo funcionan.

El consumo máximo se sitúa en los 9.2 vatios, y la durabilidad se sitúa entre los 200 TB y los 600 TB, por lo que no anda tampoco mal en ambos aspectos. La memoria NAND 3D utilizada es de tipo TLC (tres bits por celda) y está producida por su filial SanDisk con una litografía de 15 nm. Estará disponible en modelos de 250 GB, 500 GB y 1 TB, por un precio de 119.99 $, 229.99 $ y 449.99 $.

Serie WD Black (2018) de Western Digital
Característica WD Black (2018), 250 GB WD Black (2018), 500 GB WD Black (2018), 1 TB
Lectura secuencial 3000 MB/s 3400 MB/s 3400 MB/s
Escritura secuencial 1600 MB/s 2500 MB/s 2800 MB/s
Lectura aleatoria 4K 22000 IOPS 410000 IOPS 500000 IOPS
Escritura aleatoria 4K 170000 IOPS 330000 IOPS 400000 IOPS
Durabilidad 200 TB 300 TB 600 TB