Análisis: GeForce GTX 1070 Ti de Nvidia

Nvidia mantiene un férreo control en el sector de las tarjetas gráficas de gama alta, y lo ha revalidado aún más con la presentación y venta de la GTX 1070 Ti. Es un modelo que compite directamente tanto con la Radeon RX Vega 56 como la RX Vega 64 de AMD, pero también lo hace con la GTX 1080 de la propia Nvidia. Pero a diferencia de las RX Vega, los modelos personalizados han llegado en gran cantidad y con buena disponibilidad.

El tipo de tarjeta gráfica de la GTX 1070 Ti se suele poner a la venta cuando la irrupción de una nueva generación de tarjetas gráficas está a unos meses de distancia, pero bien es cierto que esta GTX 1070 Ti se ha convertido en un gran éxito durante las navidades. Una potencia cercana a la GTX 1080, con buena disponibilidad y una buena relación potencia-precio la convierten en una de las primeras opciones de compra para quien quiera renovar tarjeta gráfica por un modelo de gama alta.

Con la entrada del año nuevo ha vuelto a haber problemas de desabastecimiento de tarjetas gráficas, afectando nuevamente a las Radeon RX de AMD, las GeForce GTX, lo que incluye a esta GTX 1070 Ti de Nvidia, que como recién llegada al mercado ha salido perjudicada.

Inspección visual

Con la presentación de la GTX 1070 Ti, Nvidia ha dado salida a esos chips que no llegan a ser una GTX 1080 por algún defecto en su fabricación, pero que pueden ser perfectamente aprovechables en tarjetas gráficas inferiores. Es algo totalmente común en la industria de los chips, por lo que nadie debe mirarlo como un producto defectuoso. AMD e Intel también toman estas medidas para aprovechar al máximo los chips cortados de las obleas en las que se poducen.

Esta tarjeta es un clon de la GTX 1080, ligeramente menos potente —en principio, en torno a un 8 %—. Mantiene el sistema de refrigeración por cámara de vapor. Es un tipo especial de refrigeración tipo turbina, aquellas que tienen el cuerpo cerrado y que un único ventilador extra aire de un lado y lo mueve hacia el fondo. El diseño se centra en cámaras estancas con agua purificada en las que la evaporación transporta el calor generado por la tarjeta, y en la parte superior transfiere el calor y al enfriarse se condensa.

El diseño de la GTX 1070 Ti Founders Edition por tanto es igual al de la GTX 1080. Dispone de 8 GB de memoria GDDR5 a 8 GHz, con un chip basado en la arquitectura GP104 utilizado en la GTX 1080, y frecuencias base de 1607 MHz y turbo de 1683 MHz —algo menor que la GTX 1080—, contando con 2432 sombreadores —frente a 2560 de la GTX 1080—. Con la bajada de frecuencia de memoria de 10 a 8 GHz, manteniendo el bus de memoria, su ancho de banda es de 256 GB/s.

Esta tarjeta gráfica dispone de un conector SLI HB, que mejora notablemente la calidad del SLI con respecto a las generaciones anteriores. Está limitado a las tarjetas más potentes de la compañía, a partir de la GTX 1070. En la parte trasera dispone de tres conectores DisplayPort 1.4 y un HDMI 2.0b, eliminando el habitual DVI-D para dejar que haya más espacio para expulsar el calor que genera esta tarjeta de 180 W. Aun así, con la tarjeta se proporciona un adaptador de DisplayPort a DVI para resoluciones de 1080p.

Metodología de análisis de rendimiento gráfico

Las pruebas de rendimiento las realizo seleccionando los preajustes ultra siempre que es posible y si dan la opción, aunque en Ashes of the Singularity los pongo en altos para forzar una tasa de fotogramas mayor. Sobre el suavizado, no lo pongo más allá de FXAA para poder compararlo bien con la resolución QHD y 4K, en la que esta última en un monitor estándar de 27 pulgadas sirve de poco o nada poner el suavizado de bordes. También el poner un suavizado de mayor o menor calidad dependerá del tamaño del monitor y la distancia de uso, y puede haber diferencias a la hora de aplicar uno u otro en función de la arquitectura de la tarjeta gráfica.

También desactivo las características específicas de tarjetas de cada marca, como la oclusión ambiental HBAO+ de Nvidia o el PureHair de AMD, por el posible impacto negativo que tengan en las tarjetas de la marca contraria. Las pruebas se han realizado con los controladores GeForce 387.92 instalados.

La toma de valores se coge de los archivos de tiempo de fotograma que generan los juegos, o mediante OCAT, una aplicación de AMD que integra la librería PresentMon de Intel. Esta librería se engancha directamente a la API gráfica que se esté usando —DX11, DX12 o Vulkan, entre otras—, dando medidas muy precisas de los tiempos de fotograma. Analizando los datos del archivo generado mediante un script se puede obtener la tasa de fotogramas, y también estudiar sus resultados en distintas gráficas pasándolos a una hoja de cálculo.

Los valores se toman al menos dos veces por juego, y se cierran todas las aplicaciones y procesos no imprescindibles mientras se ejecutan para asegurar que no hay nada consumiendo tiempo de CPU en segundo plano. También se desactivan las interfaces de Steam, UPlay y Origin para evitar conflictos. Además de mostrar la tasa media de fotogramas, incluyo el percentil 99, que es el mínimo de FPS por encima del cual se pasa el 99 % del tiempo el juego. Generalmente, si baja de 30 FPS el percentil 99 se puede considerar como que la experiencia de juego no será totalmente fluida.

Equipo de prueba

Para las pruebas he escogido varios modelos de procesadores de cuatro y seis núcleos físicos, que básicamente son los que tenía a mano en la oficina, y por tanto no he podido hacerlo con los Kaby Lake. Esos son el Core i5-6400, el Core i5-8400, el Core i7-6700K y un Ryzen 5 1500X. Todos los equipos usan los mismos 16 GB de memoria DDR4 a 3200 MHz, y una placa base Z170, Z370 o B350, acompañados de un monitor P2715Q de Dell con resolución 4K UHD. El equipo de prueba principal es el que monté recientemente con un Core i7-8700K y una Z370, que tenéis resumido a continuación.

Ashes of the Singularity: Escalation

Comparativa por procesador

Comparativa por GPU DX11

Comparativa por GPU DX12

Hitman

Comparativa por procesador

Comparativa por GPU DX11

Comparativa por GPU DX12

Total War: Warhammer

Comparativa por procesador

Comparativa por GPU DX11

Comparativa por GPU DX12

Deus Ex: Mankind Divided

Comparativa por procesador

Comparativa por GPU DX11

Comparativa por GPU DX12

The Division

Comparativa por procesador

Comparativa por GPU DX11

Comparativa por GPU DX12

Gears of War 4

Comparativa por procesador

Comparativa por GPU

DiRT Rally

Comparativa por procesador

Comparativa por GPU

The Witcher 3

Comparativa por procesador

Comparativa por GPU

For Honor

Comparativa por procesador

Comparativa por GPU

Ghost Recon Wildlands

Comparativa por procesador

Comparativa por GPU

Warhammer 40 000: Dawn of War III

Comparativa por procesador

Comparativa por GPU

Temperaturas, ruido y overclocking

Esta tarjeta de referencia de Nvidia cuenta con el habitual sistema de refrigeración tipo turbina que usa la compañía, e incluye cámara de vapor para mejorar las temperaturas. Según juego, la GTX 1070 Ti Founders Edition permite obtener al menos un 8 a 10 % de rendimiento adicional al subir las frecuencias, lo que la sitúa en la órbita de la GTX 1080. Se puede conseguir otros 200 MHz adicionales y la memoria se puede subir 1000 MHz, con un rendimiento que no es estable en todos los juegos.

Finalmente todas las pruebas de subida de este análisis las he hecho con +185 MHz de frecuencia base y +800 MHz de frecuencia de memoria. Se podría afinar mucho más, pero es suficiente para comprobar el rendimiento con la tarjeta gráfica subida.

La arquitectura Pascal está demostrando estar parcialmente restringida por el ancho de banda de la memoria en algunos juegos, y solo con subir los 800 MHz a la memoria la ganancia de rendimiento se sitúa en torno a un 5 %. También he probado el OC por separado entre memoria y GPU, en el mismo equipo de prueba usado en el resto del análisis.

En el caso de la primera prueba que suelo hacer a 1080p para ver cómo afecta el OC por separado de la GPU y de la memoria. El procesador elegido, Core i7-8700K, no limita a la tarjeta gráfica.

The Division es un juego bastante menos dependiente de la potencia del procesador, y se nota al subirlo.

La ganancia de rendimiento se sitúa en torno al 10 %, que es suficiente para poner a esta tarjeta gráfica en la línea de potencia de la GTX 1080, e incluso llega a superarla.

La GPU funciona a unas temperaturas altas, pero no muy altas. Normalmente se situaría en los 82 ºC con los ventiladores a 2150 RPM, y en pruebas de carga completa alcanza los 86 ºC con el ventilador a 2500 RPM, pero no es para nada lo habitual en juegos, incluso los exigentes. En el fondo es el mismo chip que el usado en la GTX 1080, con mismo consumo máximo de 180 W, aunque al subirlo puede llegar más a la órbita de los 220 W. El ruido máximo que alcanza son unos 43 dB, aunque en un funcionamiento normal en un juego más bien se situará sobre los 38 dB, que es un ruido más que aceptable. No es silenciosa, pero tampoco ruidosa.

Conclusión

Desde que realicé las pruebas de esta GTX 1070 Ti edición fundador a finales de diciembre —escribo el análisis con tres semanas de retraso, por una serie de motivos de carga laboral— han surgido dos graves vulnerabilidades que afectan a los procesadores usados para las pruebas, Meltdown (Intel) y Spectre (Intel y AMD). Son ataques de análisis de canal lateral. Puesto que la GTX 1070 Ti ya la había devuelto, no he podido volver a pasarle las pruebas con los parches de BIOS y sistemas operativo instalados.

Los resultados con un Core i7-8700K, según lo visto en diversos medios y que podéis buscar en Google—, no van a cambiar con los parches. El más afectado podría ser el Core i5-6400, así como el Core i5-8400 en algún juego como The Witcher 3 y DiRT Rally que sean dependiente de la CPU y generen una alta tasa de fotogramas, pero en general no se ve afectado en gran medida, o no al menos superando el habitual margen de error habitual entre pruebas en la mayoría de juegos. Pido disculpas si a alguien le parece que esto pueda invalidar los resultados, pero no puedo volver a pasar las pruebas sin la tarjeta gráfica —esto me pasa por no haber publicado el análisis en diciembre—, pero aseguro que los resultados con el Core i7-8700K no se ven afectados, que son los que importan.

Entrando a analizar la tarjeta gráfica en sí, su potencia se queda en torno a un 8 % por debajo de la GTX 1080, por lo que con cierta subida de la GPU y memoria se puede conseguir recortar distancias y ponerla al mismo nivel. Es un ejemplo del tipo de tarjeta gráfica que saca Nvidia para sacar de sus almacenes los chips gráficos que no llegan a ser una tarjeta gráfica superior, pero que por volumen pueden proporcionarlos para crear un modelo de tarjeta gráfica nueva. La presentación de esta tarjeta gráfica fue un indicio de que la compañía no tardará en presentar nuevos modelos basados en una nueva arquitectura, aunque seguramente haya que esperar al menos hasta la primavera para verlos —y AMD no es que esté presionando para Nvidia las saque más rápido—.

La tarjeta, en su modelo de referencia, tiene temperaturas normales para lo que son estas tarjetas de Nvidia y un nivel de ruido bueno, por lo que los modelos personalizados serán bastante mejores en ambos apartados con las soluciones personalizadas de cada fabricante. El tema importante a la hora de decidir comprar una GTX 1070 Ti o una GTX 1080 es el precio. Si veis una 1070 Ti por un 8 % menos o más que la GTX 1080 más barata que veais, es buena compra. Generalmente la diferencia de precio será mayor, aunque en este momento vuelve a haber un desabastecimiento de tarjetas gráficas que vuelve a afectar a los precios. No hay casi modelos de GTX 1070 Ti en este comienzo de 2018, y los precios de la GTX 1080 se sitúan ahora mismo más hacia los 600 euros.

En definitiva, la GTX 1070 Ti ocupa un hueco intermedio de precio entre la GTX 1070 y la GTX 1080, pero con una potencia bastante más cercana a la GTX 1080.