Dentro de la nueva serie de periféricos Mercury que tiene Razer, la versión en color blanco de algunos de ellos, ya he hablado hace unos días del Lancehead Tournament Edition. En esta ocasión me toca hacerlo del teclado que le acompaña a la perfección como es el Blackwidow X Chroma Mercury, también en una combinación de color blanco y plateado.

Es de los mejores teclados mecánicos que hay ahora mismo en el mercado, y le precede una serie de teclado Blackwidow de renombre. Obviamente no son para el bolsillo de cualquiera, y eso hay que tenerlo en cuenta. Con un precio de venta al público recomendado de 169.99 euros, necesita estar a la altura en prestaciones.

Antes de empezar, quiero agradecer a Razer la posibilidad de ser los primeros en probar los periféricos de esta línea Mercury en España.

Desembalado y caraterísticas

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Los periféricos de la compañía han estado fabricados en color negro hasta ahora, con remates generalmente en verde, pero a partir de ahora han empezado a llegar en blanco (serie Mercury) y en gris oscuro (serie Gunmetal). El color blanco les sienta estupendamente, y es una bocanada de aire fresco al catálogo de la compañía.

Ese color blanco lo combina con un tono plateado, como en el caso del Blackwidow X Chroma Mercury. La base sobre la que se sustentan las teclas es de este color. La iluminación incluida de manera individual en cada tecla se realiza con ledes RGB, y totalmente personalizable a través del programa Synapse 2.0. Los interruptores de este modelo son de tipo verde fabricados por Razer, que tienen respuesta táctil y sonora.

No son el tipo de interruptor para estar tranquilo en casa tecleando con gente alrededor, porque puede llegar a ser molesto —aunque no al que lo usa—. Es un problema común a este tipo de interruptores, como también lo son los MX marrones de Cherry, entre otros. Pero es una característica de los teclados mecánicos, y una que les proporciona su gran sensación de uso.

El teclado mide 459 × 156 × 42 mm y pesa 1420 gramos, y está fabricado en aluminio y plástico. El cable tiene 1.8 m de longitud, y está recubierto de tela trenzada en color plateado, lo que le da también un aspecto estupendo. En la parte inferior del teclado se sitúan unas guías para sacar el cable a la derecha, izquierdo o centro del mismo, para adaptarse mejor a la disposición de la mesa en la que se sitúe y dónde esté el PC al que va conectado.

No cuenta con teclas multimedia dedicadas, pero a cambio incluye tecla Fn con la que realizar combinaciones especiales con las teclas de función. Eso incluye botones de música, control de volumen, nivel de iluminación del teclado, granación de macros y ejecución de macros. El brillo de la iluminación es bastante alto, y puesto que las teclas son blancas, hacen un efecto mucho más cautivador que en los teclado de la compañía en color negro.

Toda la configuración del teclado se realiza a través del programa Synapse 2.0, a falta de que lo añadan a Synapse 3.0. Eso significa que se pueden editar las teclas de macro después de crearlas al vuelo, cambiando por ejemplo el retardo entre la pulsación de cada tecla de la macro, asignación a otras combinaciones de teclas características multimedia u otros, y el control de la iluminación u obtención de estadísticas de uso del teclado.

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La personalización de la iluminación es completa. Se pueden elegir efectos de iluminación por tecla, estsablecer pausas en su uso, la velocidad, u optar por efectos predefinidos como el de carrera, que va cambiando entre los colores del arcoíris hacia la derecha. La personalización incluye el logo de Razer en la base del teclado. Synapse 2.0 es el mejor programa de los que he probado para configurar periféricos, a la espera de que Synapse 3.0 lime asperezas en su beta y se pueda usar con cualquiera de los periféricos de Razer.

Un gran teclado, y en blanco es mucho mejor

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La decisión de Razer de crear sus periféricos en otros colores que no sean el negro ha sido muy bien recibida por los jguones. En este caso, el color blanco favorece muchísimo a la iluminación RGB, ya que en lugar de absorber parte de la iluminación, esta se refleja sobre la placa plateada sobre la que se sustentan las teclas. El efecto es sensacional, y me gusta mucho más esta versión Mercury que la tradicional en negro.

El teclado, y los interrutores verdes de Razer, es de gran comodidad de usar, y esta revisión de los interruptores de Razer es incluso mejor. El modelo recibido tiene la disposición estadounidense, por lo que le falta la tecla de mayor y menor —al lado del mayúsculas izquierdo—, y el retorno es en una línea en vez de dos. Eso puede llevar a necesitar un cierto tiempo —amplio—de aclimatación al teclado, y puede hacer que no sea para cualquiera. Es de imaginar que estará próximamente disponible con la disposición en español al igual que la tiene la versión Blackwidow X Chroma en negro.

El teclado no incluye reposamuñecas, que puede ser un factor negativo para los que se pasen horas escribiendo, aunque no es un teclado para escribir, si bien da una sensación similar, y buena, con respecto a los MX marrones —orientados a juegos y escritura—. Son muy buenos interruptores, y marca de la casa.

En general es un teclado que desborda calidad, con algún punto negativo que no lo hace para cualquier usuario —empezando por su precio—, pero que para un capricho o si buscas el mejor teclado del mercado, este modelo tendría que ser de los primeros de la lista para comprar. Un teclado excelente, y en blanco es incluso mejor.

Puntuación

9.3

sobre 10

Lo mejor

  • Gran calidad de fabricación.
  • La iluminación RGB queda mucho mejor en este modelo.
  • Gran sensación de uso de los interruptores verdes de Razer.

Lo peor

  • No incluye reposamuñecas