Una vez que se ha asentado la polvareda del anuncio en torno a los procesadores Intel con gráfica integrada de AMD, es hora de recapitular. Intel lo que ha hecho en este acuerdo es comprar chips gráficos directamente a AMD, pero desarrollados bajo las especificaciones, o más bien necesidades, de Intel. AMD se encarga de gestionar la fabricación en su fundición de chips favorita (GlobalFoundries), testearlos y dárselos a Intel listos para soldar. A continuación indico diversas hipótesis y rumores que hay.

No hay acuerdo de licencia de patentes más allá de poder usar y conectar la GPU con la CPU en el empaquetado del procesador, y también puede ser que AMD haya proporcionado patentes para que Intel desarrolle la interconexión heterogénea EMIB que une los distintos elementos.

Al ser un procesador de la serie Core H, su TDP se situaría entre los 35 y 45 W, por lo que serán competidores directores de las nuevas APU de AMD. No está claro si la arquitectura de la GPU será Polaris o Vega, ya que al ser un chip semipersonalizado AMD podría haber creado una interconexión HBM2 con su arquitectura Polaris, y de esta forma mantener ventaja frente a Intel con sus APU de arquitectura Vega.

Interconexión de los elementos

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Si el renderizado del procesador proporcionado por Intel es correcto —y parece que lo es—, la separación entre la GPU y la CPU haría inviable que estuvieran conectado por EMIB, algo que sí ocurriría entre la memoria HBM2 y la GPU al estar contiguos. En su lugar, Intel bien podría haber optado por conectarlos mediante pistas PCIe, porque esto simplificaria el uso del chip gráfico dedicado como cualquier otra tarjeta gráfica dedicada hasta ahora. Esa separación de ambos chips también beneficiaría a la dispersión del calor.

También cabe la posibilidad de que Intel mantenga la GPU integrada de su propio procesador, que tendría sentido para reducir el consumo cuando no se necesite aceleración gráfica, y así mejorar la duración de las baterías de los portátiles, convertibles y tabletas a los que va orientado este procesador. A todos los efectos el chip gráfico de AMD funciona como una tarjeta gráfica dedicada, según lo comentado por AMD en la nota de prensa.

¿GPU de hasta 24 unidades de cómputo?

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Eso lleva al prerrumor soltado por AnandTech —que no han conseguido confirmar— de que la GPU podría ser hasta una Polaris de 24 unidades de cómputo (CU), habiendo al menos otro procesador de menos CU. Con esa potencia, de ser Polaris funcionando a las velocidades habituales, el rendimiento se podría situar fácilmente entre una RX 460 y una RX 470.

Lo cual lleva a la hipótesis de que estos chips estén hechos para las necesidades de Apple, ya que no es la primera vez que ha conseguido que Intel cree un procesador a sus necesidades, como los que disponían de iGPU con eDRAM. Puesto que Apple usa actualmente en exclusiva procesadores Intel y chips gráficos de AMD —como el iMac Pro que llegará en breve con gráficas Vega 56 y Vega 64—, también refuerza la teoría de que la GPU esté conectada por pistas PCIe, ya que Apple ya lo tendría casi todo hecho en el lado de los controladores. Otro socio que podría ser de los primeros en usar estos procesadores sería HP.

Ahora que cada uno crea lo que quiera. La información en boca de Intel llegará en el primer trimestre de 2018. Con suerte, en el CES de Las Vegas de principios de enero, que está a la vuelta de la esquina.

Vía: AnandTech.