MSI ha presentado su primera placa base para procesadores Ryzen Threadripper, y es una muy completa. No puede ser menos para sus procesadores de entusiasta, cuyo precio se sitúa en los 800 y 1000 dólares y están orientados a profesionales y entusiastas de los que gustan de montarse un SLI de cuatro tarjetas gráficas potentes.

La X399 Gaming Pro Carbon AC incluye el chipset X399 que dispone de 64 pistas PCIe para conectividad y tarjetas gráficas, por lo que la placa base permite un SLI y CrossFire de cuatro de estas últimas. También dispone de tres ranuras para SSD de tipo M.2 con interfaz PCIe 3.0 x4 —se incluyen disipadores para ellos—, por lo que es un modelo muy interesante de cara al SLI/CrossFire de tarjetas gráficas de próximas generaciones en las que moverlas en configuración de x8/x8/x8/x8 —lo que permite las placas X299 de Intel— las limite.

Dispone de ocho bandos de memoria para un máximo de 128 GB de memoria DDR4, que según las habilidad de overclocker de cada uno, las podrá poner a más de 3600 MHz —la placa dispone de 13+3 fases de alimentación, diez para la CPU y tres para las memorias— . Dispone de un códec de audio ALC1220 de Realtek, y un chip Ethernet de tipo I211 de Intel. La placa base se vende junto a una tarjeta wifi 802.11 ac que también proporciona Bluetooth 4.2. El tamaño del zócalo TR4 no permite meter mucha más electrónica en la placa base, y esa solución se verá mucho en las placas base para los Threadripper, o haciendo uso del formato E-ATX.

La X399 Gamin Pro Carbon ac se alimenta con dos conectores EPS, por lo que hay que andar con ojo a la hora de comprar la fuente de alimentación o adaptadores. Dispone de varias zonas de iluminación RGB en torno al circuito de audio, el chipset, por debajo de los conectores SATA y en el embellecedor de la zona de conectores traseros. En esta última zona dispone de ocho USB 3.0, dos USB 2.0, un USB 3.1, un USB 3.1 tipo C, un Ethernet, un PS/2