Intel avanzó hace unas semanas la llegada de una nueva familia de procesadores Xeon denominada Skylake SP. Tienen una nueva nomenclatura, y se dividen en los Xeon Bronce, Plata, Oro y Platino, con ciertas características compartidas con los chips de aceleración de computación Knights Landing, como QuickAssist y el conjunto de instrucciones de 512 bit llamado AVX-512.

Este chip requiere de una nueva interconexión más eficiente y, sobre todo, que conecte a todos los núcleos con todos los demás núcleos. Es una interconexión en malla, más habitual en redes de computadoras y no tanto —por no decir nada habitual— en procesadores. La topología la tenéis a continuación, en un gráfico en el que Intel explica bastante bien en qué consiste.

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El aspecto de estos chips es de un formato de array, con cada celda del array ocupada por un núcleo, controlador de memoria, controlador de E/S o interconexión del zócalo. Todas las celdas están conectadas con el resto al incluir el conexionado y conmutadores para enrutar la información y que termine en la celda oportuna, por lo que es una topología de red aplicada a un procesador.

Los procesadores usan normalmente una arquitectura de acceso a un bus de datos en anillo común que conecta a todos los componentes, y por el que en caso de congestión tienen que pelear por ganar acceso a él. Con esta topología, al estar distribuida la caché y resto de elementos también a lo largo y ancho del chip, se eliminan los puntos negros que puedan llevar a problemas de limitación por un uso intensivo de ciertos recursos, e Intel promete reducciones en el consumo.

Esta nueva interconexiónes de baja latencia, y que además tiene beneficios en aplicaciones de bases de datos, simulaciones de físicas complejas, aplicaciones intensivas de red y otros. Por último, con esta disposición, es más fácil coordinar el uso de núcleos de distintos procesadores en una misma placa base.

Vía: Hot Hardware.