El seguimiento que hacen las empresas a los usuarios en Internet suele derivar en una huella digital única para cada internauta, con la intención de que sirva para saber por qué páginas se mueven. De esta forma se puede ofrecer publicidad más adecuada al usuario u ofertarle otros servicios. Es una táctica ampliamente utilizada, pero que Apple prohíbe en las aplicaciones de la App Store.

Sin embargo, en un punto de 2015 Uber estuvo a punto de ser expulsada de la tienda de aplicaciones de Apple debido a que creó huellas digitales de los iPhone con la intención de saber por dónde se movían y conocer mejor sus hábitos. La orden fue dada por el presidente de la compañía, Travis Kalanick, pero con un pequeño giro. Para evitar la detección por parte de Apple de la recopilación de información adicional para crear estas huellas digitales, Kalanick ordenó que se creara una geovalla en torno a la sede de Apple en la cual no se recabaría esta información.

Pero debido a que muchos trabajadores de Apple teletrabaja algún día de la semana, no tardaron mucho en darse cuenta de esto. Lo siguiente fue una llamada de Tim Cook al presidente de Uber para que fuera a su despacho en Cupertino. La reunión empezó con un simple: "Bien. He oído que estás saltándote nuestras normas". Kalanick no tuvo más remedio que hacer lo que pedía Apple ya que en EE. UU. la mitad de los propietarios de un smartphone tiene un iPhone.

Entre la información recolectada se encontraba el UDID o identificador único de dispositivo, y que ya no es posible recabar. Aparentemente Uber lo utilizaba para evitar el fraude de algunos conductores que usaban iPhone de segunda mano o robados para crear cuentas y engordar sus cifras de satisfacción. Una vez solicitado a sí mismos un viaje y valorado positivamente, borraban el iPhone y volvían a instalar la aplicación, con una nueva petición de viaje. Suma y sigue.

Uber ha indicado que dejó de utilizar esta táctica de la huella digital, o al menos ahora lo hace dentro de los límites que permite la normativa de la App Store. Lo usan junto con otros indicadores que no proceden del propio dispositivo para detectar actividad fraudulenta y conexiones sospechosas. También ha indicado que la reunión con Cook tuvo lugar a mediados de 2015, antes de contratar a su actual director de seguridad y centralizar esta actividad en una sola división.

Vía: Ars Technica.