Samsung no lleva el Galaxy S8 al MWC, pero a unos días de que dé comienzo ha decidido presentar el procesador que llevará: Exynos 9 8895. Utilizará el mismo proceso de fabricación a 10 nm FinFET que el Snapdragon 835, ya que este último estará producido por la propia Samsung, y será utilizado previsiblemente para algunos países.

Este proceso a 10 nm proporciona un 27 % más de rendimiento —más chips en el mismo espacio y mayor margen para subir las frecuencias de fábrica— con un consumo un 40 % inferior que el proceso de fabricación a 14 nm del Exynos 8 8890. Se trata de un chip de ocho núcleos, cuatro pesonalizados por Samsung —la segunda generación del Exynos M1, ¿Exynos M2?—, y cuatro Cortex-A53 para tareas que requieran poca potencia para ahorrar consumo.

Incluye un módem LTE con agregación de hasta cinco portadoras, lo que permite alcanzar velocidades de descarga de 1 Gbps —LTE Cat. 6—, y velocidad de subida de 150 Mbps —LTE Cat. 13— con agregación de dos portadoras. El chip de vídeo permitirá grabar a una resolución de 4K a 120 FPS.

La GPU es una Mali-G71, de arquitectura Bifrost de ARM, que promete un 50 % más de rendimiento de entrada, y es totalmente compatible con la biblioteca gráfica Vulkan, por lo que está más que preparado para la realidad virtual. El chip también dispone de zonas de seguridad para almacenar información para pagos móviles, reconocimiento de iris, y una unidad de procesamiento de visión para procesamiento de imagen y seguimiento de vídeo.

Samsung tiene el chip ya en producción para su próximo dispositivo.

Vía: Samsung.