A principios de octubre, durante una conferencia de Oculus VR y Facebook, anunciaron que lasRift se podrían utilizar con equipos con tarjetas gráficas menos potentes. Ahora ha llegado la actualización al software de las Rift que activa la característica de deformación espacial asíncrona, que permite deformar el último fotograma generado cuando sea necesario para mostrarlo en las gafas y mantener así la tasa de 90 Hz.

De esta forma se puede tener una mayor sensación de fluidez en equipos que de otra forma no podrían generar 90 FPS, lo que beneficia a las máquinas menos potente. Por eso también han bajado los requisitos mínimos para las Rift, de una GTX 970 o equivalente a una GTX 960 con un procesador Core i3 con 8 GB de RAM. Eso hace que sirvan los PC que se pueden montar desde unos 500 euros en adelante, en lugar de unos 800 euros como ocurría con los requisitos iniciales.

Oculus VR también ha anunciado que el 6 de diciembre estará disponible la creación de avatares personalizados, y Oculus First Contact, una prueba para familiarizarse con Touch, los mandos especiales de las Rift para tener presencia dentro de los mundos virtuales. Touch también llega el 6 de diciembre.

Vía: The Verge.