Durante el segundo trimestre del año, AMD pudo respirar tranquila gracias a obtener unas pérdidas de solo 8 M$. Sin embargo, el tercer trimestre ha sido un poco más duro, aunque haya sido debido al acuerdo llegado con GlobalFoundries de colaboración estrecha hasta 2020, lo que ha supuesto un cargo de 340 M$. El pago ha sido 100 M$ en efectivo, y unos 240 M$ en garantías de compra de acciones de AMD.

Una vez computadas este gasto, las pérdidas totales de la compañía han sido de 293 M$, por lo que de no haber tenido que realizar este pago habría obtenido beneficios. Además ha aumentado a los 1307 M$ de ingresos en el tercer trimestre frente a los 1061 M$ del tercer trimestre de 2015.

Los ingresos extra han procedido de la venta de chips semipersonalizados, o dicho de otro modo, las APU incluidas en las consolas Xbox One y PlayStation 4. Esos ingresos han experimentado una subida interanual desde los 637 M$ hasta los 835 M$ en 2016. La venta de procesadores y tarjetas gráficas ha pasado de 424 M$ a 472 M$, por lo que Polaris ha representado al menos 50 M$ de ingresos extra, y diría que algo más debido a la bajada de ventas de procesadores AMD.

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