La última phablet de Samsung ya está disponible en Estados Unidos y a principios del mes que viene en Europa. Como en cada gran lazamiento de un teléfono, la web experta en reparaciones no ha hecho esperar su destripe habitual al teléfono de turno, donde deja ver todos los entresijos del teléfono y le pone nota en función de lo fácil que sea de reparar. Y aunque podía ser peor, el Galaxy Note 7 no ha sacado muy buena nota.

Ayer se descubría que la pantalla del teléfono no era todo lo resistente a las rayaduras como se esperaba. Hoy el análisis de iFixit desvela que los usuarios difícilmente podrán reparar por ellos mismos el teléfono, otorgando un 4 sobre 10. El principal culpable de esto es el pegamento que cada vez sustituye más a los tornillos en la búsqueda de las compañías por la mayor delgadez en los terminales. Sin una pistola de calor y mucho cuidado, probablemente retirar la pantalla por tu cuenta haga que se termine rompiendo. La batería de 3500 mAh también ha supuesto un pequeño reto en su extracción por culpa de las cintas adesivas que la mantinen fija al terminal.

El despiece ha dejado otros datos, como el sistema de cobre para la refrigeración líquida, el cual es cada vez más frecuente en terminales de gama alta; también se han visto varias gomas para sellar y proteger los componentes internos y cumplir con la certificación IP68. La cámara trasera cuenta con un sensor Sony IMX260 de 12 megapíxeles, y el escáner de iris está finalmente compuesto por una cámara y un emisor de luz infrarroja.

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Fuente: iFixit.