Con el aumento en popularidad de CloudFlare, una solución de proxy inverso para descargar de tráfico y proteger de ataques a los servidores de sus clientes, hay una víctima colateral debido a la política de la compañía. Se trata de la red de anonimización Tor, de la que CloudFlare ha asegurado que un 94 % de su tráfico es malicioso.

Este bloqueo se debe a la forma de interpretar el riesgo de las conexiones que funcionan sobre Tor, cuyas IP de salida de su red son consideradas como innatamente peligrosas. Esto lleva a asignar a estas IP un valor de amenaza superior, y por tanto los usuarios ven más confirmaciones tipo CAPTCHA que otros usuarios.

El problema real es que es difícil, en una red anónima, asignar valores específicos de amenaza a conexiones específicas porque no las hay. Por tanto el valor de amenaza de la red Tor es alto porque se utiliza tanto para un uso inocuo como para realizar ataques a gran escala a servidores. De cara a proteger a sus clientes, CloudFlare interpreta por defecto que una conexión desde Tor es una amenaza. Esta caracterización de la red no ha sentado bien a los que gestionan Tor.

Vía: EnGadget.