La guerra entre el FBI y Apple por la orden judicial para que la compañía vulnere la seguridad de un iPhone sigue su curso. Se ha demostrado que, a pesar de lo que dice la agencia federal, la orden no sería un caso excepcional. Desde Cupertino han decido que, para evitar nuevos requerimientos en el futuro lo mejor que pueden hacer es complicar aún más la recuperación de información de los usuarios.

Por un lado, ahora mismo los respaldos de la información en iCloud está cifrada, pero las claves son guardadas por la compañía. Para no tener que almacenarlas están estudiando dar a los clientes la clave privada, de forma que ellos no puedan tener acceso a la información. Esto sería un reto, ya que si el usuario pierde la clave, Apple sería incapaz de ayudarles a recuperar su información.

Por otro lado, la orden judicial concedida al FBI se basa en la existencia del modo DFU (Device Firmware Update), el cual es empleado por la compañía para análisis de fallos, pero que otros emplean para hacer el jailbreak del iPhone o iPad. Si el sistema operativo falla completamente, este modo permite instalar una versión nueva de iOS sin necesidad de una contraseña. Apple estudia cambiar este modo para que requiera contraseña, lo cual haría inviable la solicitud del FBI.

Cada vez está más claro que la batalla judicial entre el gobierno y Apple va a ser larga y dura. La pugna podría acabar en el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, aunque esto no pasaría hasta dentro de unos años, agotadas todas las demás vías.

Vía: Tech Crunch.