Una juez de California emitió hace unos días una orden en la que ordenaba a Apple que desarrollase un software que permitiese al FBI desbloquear un iPhone en su poder. Este pertenecía a uno de los implicados en la matanza de San Bernardino del pasado diciembre, por lo que la información que en él se encuentre es necesaria para las investigaciones.

La compañía de Cupertino se ha negado a acatar la orden, por el momento. En una carta abierta de Tim Cook, expuso los motivos por los que estaban en contra de la solicitud ya que, a efectos prácticos, no sólo era imposible lo que se les solicitaba, sino que se les estaban pidiendo que creasen una puerta trasera que pondría en riesgo la seguridad de sus usuarios. El Departamento de Justicia no se ha tomado bien la respuesta de Apple, la cual ha sido calificada de maniobra de relaciones públicas.

Se acaba de conocer que Apple llevaba discutiendo formas de desbloquear el terminal desde el pasado mes de enero con la agencia, habiendo propuesto hasta cuatro formas distintas de conseguir la información que deseaba el gobierno. Uno de ellos incluía conectar el iPhone a una red WiFi conocida y activar un respaldo de iCloud. Este fue intentado por ingenieros de Apple, pero no pudieron porque la contraseña del Apple ID del usuario del terminal había sido cambiada por el FBI en las 24 horas siguientes a que estuviera en su posesión. Al hacer este cambio de la contraseña, la agencia federal ha impedido que se pudiera recuperar información de esta manera.

El pasado viernes, el FBI responsabilizó a la oficina del shérif del reset de la contraseña, a lo que esta ha respondido que ha sido por orden de los agentes federales, tal y como indican en su cuenta de Twitter:

A pesar de ello, el FBI minimiza la importancia del cambio de contraseña, afirmando que Apple puede, aun así, acceder al teléfono. También han indicado que el objetivo del gobierno es conseguir tanta información del teléfono como sea posible. Por su parte, desde Cupertino indican que, si el FBI no hubiera hecho esto, podrían haber conseguido hacer lo que se les pedía, sin necesidad de una orden judicial.

La pugna entre la empresa y el gobierno sigue adelante. Esto podría alargarse en el tiempo y acabar en el Tribunal Supremo de los Estados Unidos. En caso de que siguiera este curso, la decisión del alto tribunal podría crear un precedente con repercusiones que sacudirían la industria tecnológica.

Vía: BuzzFeed.