Uno de los problemas que hay actualmente, para ir más allá de los 14 nm a los que se fabrican los transistores incluidos en los chips, es que el silicio del que están hechos no da para mucho más. Eso está obligando a los fabricantes como Intel a buscar otros materiales alternativos, pero tendrá ciertos problemas relacionados.

Estas nuevas tecnologías permitirán reducir el tamaño de los transistores conseguidos a través de los procesos litográficos con los que se crean los chips, que tendrá un impacto muy positivo en la reducción de su consumo. Pero al ser nuevos materiales, tienen problemas relacionados con su potencia, según William Holt, el responsable de Intel de tecnologías de fabricación.

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Más allá de los 7 nanómetros

Esto llevará a que al pasar la barrera de los 7 nm con la que están trabajando diversas fundiciones de chips actualmente (Intel o Samsung sin ir muy lejos), los nuevos procesadores tendrán un consumo notablemente menor pero su potencia se mantendrá o incluso en algunos casos se podría reducir con respecto a la que se podría obtener con chips de silicio.

Si de por sí ha habido pocas mejoras de rendimiento en los últimos años en los procesadores de los PC, en los próximos la tónica va a ser la misma. Según Holt, esto llevará a grandes transiciones en la industria, y tendrán que mirar a otros cambios en las arquitecturas y el funcionamiento de los componentes para mejorar el rendimiento de los equipos.

Por ejemplo, uno de ellos será el uso de transistores de efecto túnel (TFET), que recurren a la mecánica cuántica para que que un electrón se teleporte al otro lado de las barreras de energía que suponen las uniones de las que se componen los transistores, en lugar de tener que subirlas y bajarlas para dejar pasar los electrones. Pero por ahora, hay que quedarse con la idea de que los chips de dentro de cinco años no supondrán una mejora notable de su rendimiento con respecto a los que salgan en el próximo lustro.

Vía: PC World.