A pesar de lo sorprendente de la localización, establecer un centro de datos bajo las aguas del océano puede tener muchas ventajas, según han indicado desde Microsoft. Durante cuatro meses el año pasado, la compañía de Redmond llevó a cabo su Project Natick, consistente en un centro de datos sumergible, equivalente a 300 PCs.

Como ventajas del emplazamiento se encuentra la reducción de los gastos de operación, con un incremento de la eficiencia. Además, el agua del mar permite enfriar este tipo de centros, manteniendo la temperatura constante y reduciendo así los costes térmicos. Además, al vivir la mayor parte de la población mundial a un máximo de 120 millas del mar, habría una reducción considerable de la latencia, resultando más sencillo encontrar una localización adecuada de forma más rápida y sencilla que en tierra firme.

Microsoft va a seguir apostando por este tipo de centros, ya que ha anunciado que la siguiente batería de pruebas que hagan será con un centro cuatro veces más grande y 20 veces más potente. De tener éxito, quizá en no mucho tiempo sean una vista habitual en las costas.

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Vía: The Next Web.