Con la llegada del otoño y la vuelta al cole, el aluvión actual de nuevos productos para la campaña de Navidad está haciendo que los chicos de iFixit no den a basto a desmontar tantos dispositivos. El último en la lista es el Surface Book, que tras desmontarlo se ha visto que continúa el problema de los dispositivos altamente integrados: que son imposibles de reparar.

El Surface Book cuenta con un chasis de aluminio y múltiples conectores, pero su principal característica es que el teclado es una base de trabajo, y la pantalla se puede separar para utilizarla como una tableta. Es al más puro estilo de las tabletas Surface, aunque en este caso en la base puede incluir una GPU de Nvidia, que según muestra el desmontaje, es una GPU personalizada N16S-LG, de rendimiento similar a la GeForce 940M, aunque incluye sólo 512 MB de GDDR5 fabricada por Samsung.

Abrir la base o la tableta es una tarea árdua, pero una vez se consigue la tarjeta SSD se puede sustituir fácilmente, pero es lo máximo que se puede modificar. La RAM está soldada a la placa, y la mayoría de los componentes que se pueden cambiar en caso de avería están por la parte trasera de la placa, por lo que se requiere desmontar los dispositivos totalmente. El panel de la pantalla y el cristal están fundidos, por lo que el coste de una reparación será mayor.

La nota de reparabilidad es de 1 sobre 10.