Una de las grandes novedades de Windows 10 ha sido la introducción de un navegador hecho desde (casi) cero para sustituir a Internet Explorer llamado Edge. Pero creo que su inclusión fue algo prematura porque le faltan cosas bastante básicas para un navegador hoy en día como es el soporte a extensiones.

Son un elemento clave que, de encontrarse presente, podría hacer que muchos usuarios lo comenzaran a usar. Es un buen navegador con buena compatibilidad a HTML 5 y CSS3, rápido con el JavaScript, y con alguna característica curiosa como tomar notas en una web y compartirlas a través de OneDrive. Pero sin extensiones no hay diversión.

Microsoft retrasa el soporte a extensiones por ahora hasta 2016, en una actualización de Windows 10, y la personalización del navegador es para la compañía una alta prioridad. Lo bueno de las extensiones que incluirá Microsoft Edge es que estarán basadas en las que utiliza Chrome, por lo que serán compatibles entre sí. Estas extensiones no es más que una serie de archivos JavaScript y HTML para definir el comportamiento de la misma, por lo que incluso Firefox va a usarlas.

Vía: The Verge.