A estas alturas las noticias de que han encontrado vulnerabilidades críticas en Flash, esas con las que pueden instalarte malware o tomar el control de tu equipo, son algo tan habitual que no deberían ser ni noticia. Pero me gusta escribir sobre ellas para recordarlo, y mantener unos hábitos saludables de uso de Flash Player.

Lo primero, no instalarlo en el equipo. Si usas Firefox y necesitas ver un contenido en Flash (algunas webs aún lo usan), ves a Chrome y abre la página allí. Google incorpora de ser Flash en su navegador, pero también se dedica a mantenerlo totalmente actualizado, por lo que cuando hay una actualización de Flash, os tocará reiniciar Chrome, como es el caso de hoy.

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Flash es un producto del pleistoceno de internet en el que los mamuts de Microsoft campaban a sus anchas para intentar controlar la forma de navegar por él. Afortunadamente Mozilla demostró que se podían hacer las cosas de otra forma, y cuando llegó Chrome fue un certero puñetazo a la barbilla de Internet Explorer. KO técnico. Ahora entra al ring Microsoft Edge, y veremos si las cosas mejoran.

Volviendo a Flash, la versión de Flash Player para Windows y OS X para actualizar es la 18.0.0.232, mientras que la de Linux es la 11.2.2.202.508. Si vais a realizar una instalación limpia de Windows 10, no instaléis Flash Player. Os ahorraréis una fuente potencial de disgustos.

Por último. Son 35 las vulnerabilidades encontradas. 35 de ellas (todas) pueden llevar a la ejecución de código, que es un muy mal escenario en los problemas de seguridad en un software.

Vía: ZDNet, ZDNet.