La historia de los videojuegos en China atravesó un periodo oscuro cuando en el año 2000 el gobierno prohibió las consolas en el país. A finales de 2013, otra orden ministerial levantó dicha prohibición pero imponiendo una serie de requisitos previos si las compañías querían vender sus consolas en el territorio chino.

Esas normas, seguidas por Microsoft para vender la Xbox One, eran que las empresas debían establecerse en la zona de libre comercio de Shangái, producirlas en la provincia, y aliarse con una compañía local para su venta. Por lo demás no había restricciones a su venta a lo largo y ancho de China, salvo que cada unidad producida debía ser inspeccionada por el Ministerio de Cultura, lo cual dificultaba la venta.

Ahora, según The Wall Street Journal, las condiciones para la producción y venta de consolas en el país se van a eliminar, lo que haría que las consolas de Sony, Microsoft y Nintendo se puedan vender sin restricciones. Cuestión a parte es que menos de 100 millones de los 1.300 millones de ciudadanos del país tienen el potencial poder adquisitivo como para permitirse una consola, lo que puede resultar un mercado potencialmente interesante para las compañías pero no significativo.

Eso sí, esta normativa no impide que el Ministerio de Cultura chino siga imponiendo censura en los videojuegos, y que sólo una pequeña parte del catálogo de la Xbox One se haya puesto a la venta hasta el momento en el país.

Vía: EnGadget.