AMD no pasa por un buen momento, y tras avisar hace diez días de que los ingresos del segundo trimestre iban a ser inferiores a los que esperaban en un principio, al final han sido incluso ligeramente peores. La compañía ha ingresado 942 millones de dólares, un descenso interanual del 35%, o un descenso secuencial del 8%. Es un descalabro en toda regla.

Las pérdidas ascienden a 181 millones de dólares, frente a los 36 M$ que se dejó en el segundo trimestre de 2014. Además, su margen comercial ha sido del 25%, 7 puntos porcentuales menos de lo esperado debido a unas mayores ventas de la división de chips para sistemas embebidos y empresas (un 13% más), así como un 29% menos de ventas de tarjetas gráficas y procesadores.

De esas pérdidas, 33 M$ están relacionados con el paso a un proceso de fabricación de 20 nm FinFET, que en realidad son las únicas buenas noticias que se pueden sacar de los datos proporcionados por AMD, ya que actualmente utilizan un proceso de 28 nm.

Aunque la R9 Fury es una buena tarjeta gráfica (la R9 Fury X no tanto por precio), las expectativas para los dos trimestres que quedan de 2015 no son nada buenas. AMD va a tener que aguantar el chaparrón que le va a seguir cayendo hasta 2016, momento en el cual presentará nuevos procesadores y tarjetas gráficas con una nueva arquitectura de menor consumo y más rendimiento.

Vía: ZDNet.