Microsoft ha llegado a la feria E3 con un bombazo. Al menos a mi me lo parece. Se trata de la retrocompatibilidad en Xbox One con los juegos de Xbox 360, lo que podría poner a finales de año las cosas mucho más sencillas a los que tengan una consola Xbox 360 de la anterior generación y estuviera dudando cuál comprar en Navidad.

Esto les ha cogido totalmente por sorpresa a los directivos de Sony, ya que creían que no era posible, y suponen que habrá llevado una gran cantidad de trabajo de ingeniería en Microsoft. Razón no les falta porque esa compatibilidad se hace mediante un emulador de Xbox 360 que se carga al insertar un disco de Xbox 360.

Aunque por ahora sólo hay 22 juegos disponibles, a finales de año, cuando esté disponible para todo el público, habrá más de 100. La decisión final de que los juegos funcionen en la Xbox One es de los estudios y distribuidoras, pero a nivel técnico no hay ningún impedimento. El catálogo total de juegos de Xbox 360 es de más de 1.000.

Sony asegura que hacer lo mismo con la PlayStation 4 probablemente no sea posible por la arquitectura única con la que cuenta la PlayStation 3. No dicen que nunca lo vayan a ofrecer, pero actualmente no tienen planes de ello. A cambio seguirán ofreciendo PlayStation Now para hacer streaming de juegos de PS3 a la PlayStation 4. Pasando por caja, claro.

Microsoft ha ganado esta batalla a Sony, pero está por ver si va a conseguir recortar distancias de ventas de la Xbox One. Las próximas navidades serán muy interesantes en este aspecto.

Vía: The Verge.