Tras un largo proceso de investigación a Google, la Unión Europea ha decidido finalmente denunciar a la compañía por abuso de posición dominante. Su buscador es una pieza clave en Europa, con más del 90% de la cuota de mercado de los navegadores, pero Google lo ha estado empleando para promocionar sus servicios no relacionados con el buscador por encima de los de la competencia.

Si alguno decís "pero es su buscador y hace con él lo que quiera", estáis en un gravísimo error. Las leyes antimonopolio evitan que las empresas en situación de monopolio en un sector puedan utilizar su posición en detrimento de sus rivales en otros sectores relacionados. Es el caso de promocionar las ventas de Google Shopping (por poner solo un ejemplo) dentro de Google Search por encima de otras alternativas de Microsoft u otras empresas.

Este último caso perjudica al consumidor puesto que muestra, no los precios más baratos, sino los de las empresas que pagan a Google por anunciarse primeramente, y luego los resultados que pueda interesar más al bolsillo de los usuarios. No estoy hablando de monopolio, sino de abuso de posición dominante, ya que el monopolio no es un delito salvo que lo logres mediante chantajes o boicots a la competencia.

Podéis leer más sobre este tema en el artículo relacionado La Unión Europea ultima una demanda por monopolio contra Google. Además con especial atención a la forma en que se libró de estos mismos cargos en EE. UU. (spoiler: mediante grupos de presión en Washington D.C.). También podéis leer la acusación formal de la Unión Europea (se denominan objeciones en este momento de la acusación).

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Unión Europea

El futuro de esta acción judicial, y de Android

Una vez presentados cargos, la sentencia va a ser prácticamente de culpabilidad puesto que la Comisión Europea estudia a conciencia los casos antes de llevarlos a juicio. Y una vez que lo hace, la sentencia de culpabilidad es ineludible. La multa a la que podría enfrentarse Google es de unos 5.000 millones de euros, el 10% de sus ingresos a nivel mundial.

Las prácticas de concesión de licencias de Android van a ser investigadas formalmente. La compañía es conocida por licenciar las aplicaciones y servicios en bloque, por lo que si un fabricante quiere disponer de Google Play en sus teléfonos debe además instalar otra serie de software como pueda ser su sistema Google Maps.

Pero al instalar estas aplicaciones se les prohibe instalar otras de la competencia, por lo que un mismo terminal no puede tener Google Play Store y HERE Maps preinstalados por ejemplo, ya que las ROMs de los fabricantes pasan por un proceso de validación por parte de Google. En general, será investigada por poner trabas a la creación de bifurcaciones o forks de Android modificadas, ya que si el sistema operativo es gratuito no entienden la necesidad de los Google Mobile Services.

Vía: Financial Times, Consejo de Europa.