Los fabricantes tradicionales de relojes están poniendo la mirad en los relojes inteligentes y adaptándose a la nueva realidad, aunque de una forma ligeramente distinta. El último sería Tag Heuer, que junto a Intel van a añadir diversas capacidades a uno de sus modelos para intentar llamar la atención del consumidor y que no adquiera un Apple Watch Edition de 10.000 dólares.

Tag Heuer es un fabricante de relojes de lujo, y algunos modelos suyos pueden llegar a costar 50.000 dólares. En principio la idea de la empresa matriz de Tag Heuer sería lanzar una versión del Carrera (de casi 4.000 dólares) con diversos sensores, incluidos GPS, acelerómetro y barómetro. La electrónica estaría creada por Intel y no modificaría su aspecto externo. Además se encargarían de desarrollar las aplicaciones para poder comunicarse con el reloj y extraer los datos que vaya recogiendo. Por precio es un campo en el que va a "competir" con el Apple Watch Edition.

En estos casos me resulta difícil referirme a ellos como relojes inteligentes. Si los teléfonos de hace 15 años tenían Bluetooth, GPS y una pantalla en la que ver vídeos, e incluso alguna que otra aplicación, y eran teléfonos "tontos", no veo el motivo por el que los relojes con un GPS y un par de sensores puedan ser considerados como relojes inteligentes. Pero podría poner un montón de ejemplos más, como las pulseras de actividad física. Salvo que quieras combatir a un futuro enemigo en su terreno, claro está, y de marketing saben mucho los grandes fabricantes de relojes.