Los relojes inteligentes están a punto de dar el salto a producto de primera línea gracias al lanzamiento del Apple Watch, y por eso se abren muchas preguntas de cara a su uso. Uno de los más importantes, como ya ocurriera con las gafas inteligentes y los teléfonos, es qué pasará con los conductores que los usen al volante.

Un estudio del Laboratorio de Investigación del Transporte de Workingham (Inglaterra), demuestra que los relojes pueden distraer más la atención del portador. Leer un mensaje en un reloj inteligente llevaría 2,52 segundos para que el conductor reaccione, mientras que con un teléfono le lleva 1,95 segundos y prestando atención 0,9 segundos. A 100 kph suponen 50 metros menos para frenar ante imprevistos.

En muchos países, el uso de un reloj inteligente no es por ahora legal (o más bien alegal), pero es algo en lo que están trabajando los legisladores. En España, aunque no explícitamente, está prohibido su uso según el artículo 18 del Reglamento General de Circulación, ya que "El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción". Mirar un reloj alejando la mirada de la carretera sería motivo de sanción, de la misma forma que lo es mirar un teléfono.

Vía: 9to5Google.