Conectar un USB a un equipo es hoy en día bastante peligroso. Sobre todo porque hay un fallo fundamental en la arquitectura de estos dispositivos, conocido como BadUSB, que es casi imposible de solucionar en los próximos años. Yo en vuestro lugar no conectaría ningún USB extraño a uno de mis equipos, y más viendo cómo se las gasta la siguiente memoria USB.

Se trata de un USB que, al conectarlo, puede destruir la controladora USB del equipo. Eso reside normalmente en el propio procesador, salvo en placas que puedan manejar más dispositivos USB que el límite de la controladora del procesador. El funcionamiento, explicado brevemente, es que los condensadores de la memoria USB se cargan a -110 V, y una vez hecho, se descarga esa tensión al puerto USB al que está conectado. Y así una y otra vez hasta que el equipo deja de funcionar.

El creador de este dispositivo no ha proporcionado los esquemáticos, por lo que de momento nuestros equipos están a salvo. Pero como esto de la electrónica es como es, y puesto que ha dado la idea de cómo hacerlo, sólo es cuestión de tiempo que alguien cree su propia versión.

Vía: TechCruch.