El servicio de transporte de pasajeros Uber Pop ha cerrado las puertas finalmente en España. Siguiendo las demandas presentadas por las agrupaciones de taxistas, un jurado de lo mercantil de Madrid estableció el cierre de la compañía a principios de diciembre. Hace unos días el juez del caso apremiaba a los proveedores de servicios de Internet a que bloquearan la web.

Siendo Internet como es, es bastante difícil bloquear totalmente el uso de un servicio ya que mediante proxies o cambiando las DNS (dependiendo de cómo se ejerza el bloqueo de una web) se puede seguir accediendo. Es lo que promovió Uber, que lejos de querer acatar la legislación española vigente prefirió seguir operando como si las leyes no fueran con ellos.

En Francia también se va a ilegalizar Uber a partir del 1 de enero, y en Holanda ha sufrido ya un destino similar. En España se requieren licencias, que cuestan decenas de miles de euros, para poder realizar la labor del gremo de taxistas, algo que los "taxistas" de Uber no estaban pagando, por lo que estaban funcionando ilegalmente, sin pagar impuestos como el IRPF. Según el juez, hay suficientes indicios de que estaban operando en situación de competencia desleal.

Uber ha acatado la resolución judicial y su servicio ya no se presta en España. Pero quiere cooperar con las autoridades para intentar volver a prestar el servicio ahora que ha sido ilegalizado. El futuro de Uber en Europa está siendo similar en los distintos países, por lo que si quiere expandir su negocio va a tener, ¡oh, sorpresa!, que funcionar dentro del marco legal de cada país. Mientras tanto se mantendrá a la espera de presentar un recurso y la resolución del mismo.

Vía: TechCrunch.