Google presentó a mediados de septiembre los tres primeros dispositivos de la iniciativa Android One. El objetivo es llevar la experiencia de Android a terminales de gama baja tomando el control directo de las actualizaciones software, ya que este punto es uno de los más problemáticos para este tipo de terminales.

Si bien no se saben los resultados en estos meses en cuanto a ventas, aunque se rumorea que no le ha ido muy bien a los fabricantes participantes, ahora Google lleva estos terminales a tres nuevos países asiáticos: Bangladés, Nepal y Sri Lanka. Estos teléfonos tienen un coste en torno a los 100 dólares, aunque en su desembarco en Europa lo han hecho por unos 150 euros (129 libras en Reino Unido).

Mirando las especificaciones, el precio de venta al público no se ajusta a la realidad actual del mercado, por lo que sería necesario que se ajustaran más a los 100 euros para tener posibilidades de competir con teléfonos como el Moto E con hardware similar.

Vía: The Next Web.