El terreno de las consolas de nueva generación está caracterizado por la falta de beneficios en los primeros millones de unidades. Al menos así se desprende del precio de coste y de venta de la PS4 y Xbox One. La primera vimos la semana pasada que costaba 381 dólares, y esta semana IHS iSuppli ha calculado el de la Xbox One: 471 dólares.

La diferencia de coste entre ambas no es demasiado si nos vamos al desglose. El coste del set de auriculares y micrófono es de 10 dólares, y el de Kinect llega a los 75 dólares, por lo que de los 90 dólares de diferencia, 85 es debido a los componentes adicionales que ha incluido Microsoft en cada caja de Xbox One.

Los demás costes son bsatante semejantes. Por ejemplo, el de la consola en sí son 332 dólares, el ensamblaje 14 dólares, 25 de la fuente de alimentación externa. Sin embargo, calculan que el coste de la APU basada en la arquitectura AMD Jaguar cuesta 110 dólares, 10 más que la de la PS4.

Todo esto son costes basados en el despiece realizado por la empresa y en su experiencia en el sector del análisis de costes. Con estos datos, parece bastante evidente que pasarán al menos un par de años hasta que Microsoft y Sony empiece a rentabilizar el coste de las consolas. Mientras tanto, tendrán que confiar en los ingresos de los juegos y ventas de periféricos y otros servicios (como Xbox Gold).