Recientemente Google daba la noticia de que Play Store había alcanzado a la App Store en cantidad de aplicaciones disponibles. 700.000 en total. Como dato aislado podría impresionar y dar la sensación de que es bueno para el ecosistema de Android, pero la realidad es muy distinta.

Y es que los desarrolladores no son capaces de hacer el suficiente dinero con la tienda de Android, pese a noticias como la de hoy de que los ingresos de Google Play han aumentado en un 311 por ciento. Un 311% siempre es una cifra impresionante pero depende de sobre qué cifra se le aplica.

Vamos a ver el porcentaje de mercado de uno y otro sistema operativo. El 72 por ciento de los móviles vendidos en el tercer trimestre eran Android. Y en lugares como China, la cuota de mercado llega al 90 por ciento en total. iPhone sin embargo representa no más del 15 por ciento. A grosso modo, podemos decir que hay un teléfono con iOS por cada 5 móviles Android. Sobre el mercado de las tablets, Apple sigue dominando con algo más del 50 por ciento del mercado en su poder, pero su cuota disminuye día a día. Y sin embargo, también podemos ver en el informe relativo al aumento de ventas de Google Play que App Store sigue vendiendo cuatro veces más que Play Store.

¿Es un buen dato para los desarrolladores de Android? Me temo que no. Si iOS representa, iPhone e iPad, una cuota de mercado inferior a la de Android, ¿no debería tener menos ingresos? Todavía queda mucho por hacer para mejorar Google Play, y en parte es la facilidad de hacer cualquier tipo de aplicación, por simplona que sea, para esta plataforma. Al fin y al cabo, programar en Java sabe hasta el barrendero de mi pueblo. Pero programar bien en Java para hacer una aplicación sólida y rápida, no sabe tanta gente. Es un mal endémico que también sufrimos en el campo de otros lenguajes de programación como PHP. Sin embargo, menos gente sabe programar en Objective-C, y es un lenguaje que a fin de cuentas requiere un ordenador con OS X (léase Mac, ya que un Hackintosh termina dando problemas) para poder desarrollar las aplicaciones. Esto lleva a un Google Play lleno de aplicaciones que no dan la talla, y que dificultan encontrar las aplicaciones que realmente merecen la pena.

También es un dato a tener en cuenta que gran parte de los beneficios de Google Play viene de las ventas en EE.UU, Japón y Corea del Sur (un 73 por ciento del total de ingresos). En el caso de App Store, el 47 por ciento provienen de Japón y EE.UU, seguido por Reino Unido con un 7 por ciento, y el resto de los ingresos están muy repartidos en los demás países.

Aunque la tendencia de venta sigue mejorando mes a mes, la inmesa diferencia en cuota de mercado entre Android e iOS se debería ver respaldada por unos mayores ingresos a los desarrolladors. Siempre se dice que lo bueno de Android es que las aplicaciones son gratis. Y en algunos casos de calidad. Pero esas son hechas por compañías que ofrecen servicios a parte y no necesitan ganar dinero con las aplicaciones.

De momento, parece que los desarrolladores de Android tendrán que seguir simplemente recibiendo un empujón a su ego por el trabajo bien hecho, porque lo que son los posibles compradores no se lo van a agradecer en efectivo. Y es una pena, porque en España tampoco tenemos la mentalidad de que pagar 89 céntimos por una aplicación para apoyar el desarrollar sea algo bueno; se ve como un gasto que es mejor evitar si hay alternativas, más pobres, gratuitas.

¿Y tú qué opinas? ¿Cómo ves la evolución de las aplicaciones en Google Play?