Uno de los mayores cambios que ha habido en este iPhone 5 con respecto a los anteriores ha sido el uso de aluminio, en vez de cristal, también para la parte trasera del móvil. Pero ese cambio ha hecho que muchos usuarios se quejaran al recibir sus terminales con marcas o rayajos sin siquiera haberlos sacado de su caja.

En Bloomberg dicen que Apple ha decidido cortar la producción del iPhone 5 para hacer más estrictos los procesos de control de calidad en las fábricas de Foxconn. Esto ha llevado a que haya más carcasas de aluminio descartadas, y con ello una disminución de la producción del iPhone. Además, los directivos de Apple han hecho llegar su descontento por este tema a los de Foxconn. Los propios trabajadores de la compañía se han quejado de que la presión para fabricar este nuevo iPhone han sido mayores que en versiones anteriores.

Y es que en cada iteración del iPhone crea un revuelo mayor. Los 5 millones de iPhone 5 vendidos el primer fin de semana de su puesta en venta se vieron limitados no por la falta de ganas de comprar, sino por una limitación en la producción de los mismos. Parece que este nuevo modelo está un poco gafado, porque el propio iOS ha recibido diversas críticas por su Apple Maps, así como cambios y modificaciones a medias. O el nuevo conector, más reducido, que es a la vez un cambio necesario pero que a los usuarios de este nuevo móvil de Apple tengan que gastarse 30 euros en cada nuevo cable (porque generalmente necesitamos uno para casa y otro para el trabajo).

Es curioso que en indirectamente achaquen estos problemas a que anteriormente era el propio Tim Cook el encargado de mantener en orden toda la cadena de suministradores para los diversos productos de la compañía, y el nuevo Vicepresidente de operaciones, Jeff Williams, puede no estar a la altura de su predecesor.

Lo que parece claro es que seguramente interese esperarse un poco para adquirir un iPhone 5, y seguro que los directivos de Foxconn tomarán buena nota de esto tras la reprimenda de Apple.