Uno de los mayores problemas con que cuenta el sistema operativo móvil de Google es la fragmentación existente en la actualidad. Cualquier desarrollador de software se puede tirar de los pelos para dar soporte a los centenares de móviles y múltiples versiones que hay del sistema operativo corriendo. Y por eso son cada vez más los desarrolladores que abandonan Android.

A diferencia de iOS, cuyos cambios de versiones se introducen en tiempos récord entre los usuarios, a Android le cuesta que sus usuarios pasen de versión debido, sobre todo, a que las versiones más modernas no corren en el hardware más antiguo. Démosle las gracias a Java en este caso.

Que Google comprara Motorola levantó algunas quejas por parte de los fabricantes de teléfonos ya que lo veían como una amenaza a que Google se dejara la mejor parte de Android para sus terminales, o que les llegara con bastante retraso. Ahora, según el Wall Street Journal, Google va a extender a otras cuatro compañías el que posean las últimas versiones y mejoras de Android. Con esto ya serán cinco las que dispongan de su "Google Nexus". Además, empezará a vender dichos terminales directamente desde la página Web de la compañía.

¿Qué quiere Google con esta estrategia? Controlar el fragmentado mercado de Android, que se implanten lo más rápidamente posible las últimas versiones de Android en todos los terminales y un mayor control sobre su sistema operativo. Es curioso que fuera Eric Schmidt, a principios de año, el que asegurara que no había riesgo de fragmentación en Android y unos pocos meses después tomen medidas para controlar el sector. También quiere devolver la confianza en los desarrolladores para que tengan menos problemas en dar soporte a sus aplicaciones.

Hay que sumar a esta venta directa de terminales la medida de imponer un tema, el Holo, en todos los terminales que corran ICS. Personalmente creo que son medidas acertadas, porque no puede ser que, si quieres actualizar un Android, tengas que recurrir a ROMs alternativas o ser un experto en móviles. Siendo el sistema operativo que corre en más de 300 millones de terminales, hasta mi abuelita debería ser capaz de actualizarlo sin recurrir a herramientas de backup que, recordemos, por muy sencillas que sean de utilizar por nosotros no significa que todo el mundo entienda de informática o le guste trastear. Y también una versión de Android del año pasado debería ser capaz de correr en un hardware de un año antes, cosa que no siempre es posible.

Google quiere controlarel mercado de los terminales que corran Android, y parece que poco a poco su estrategia a largo plazo va dando sus frutos. Es una estrategia que tardará unos pocos años más en terminar, pero que hará que los fabricantes de terminales, si quieren ver sus equipos vendidos por Google, pasen por caja. Estos desarrolladores de hardware que hayan pagado podrán disponer de un equipo en Mountain View para ver la evolución del sistema operativo y desarrollar drivers o cambios necesarios a la vez que sus competidores. Y no quiero ser mal pensado, porque en cuanto saque terminales como Motorola-Google, el tener los nuevos dispositivos de la competencia en tus instalaciones es más fácil el darse al espionaje industrial...

Los beneficios para el usuario final son obvios: actualizaciones más rápidas, mayor compatibilidad hacia atrás y mayor satisfacción del usuario hacia Android. Y este valor añadido es fundamental para el usuario final, sin el cual muchos compradores se irán a compañías que sí se lo proporcionen.

Y poco a poco se va viendo que todo el mundo quiere ser como Apple: diseñar los terminales, integrar el hardware, desarrollar el software y venderlo directamente al usuario final. Por que amigos, si te quitas los intermediarios obtienes más beneficios. Y de hecho, de cada terminal de Android que venden desde su web, Google se quedará con entre un 10 y un 15%... por no hacer nada. Pero no creo que de momento los niveles de satisfacción de los que compran un Android y no les guste trastear lleguen a los de iPhone. Y eso es algo que quieren cambiar.