Wizards of the Coast (WotC) es otra de esas empresas que tiene una visión del mundo y no le gusta que los demás tengan otra. El problema es que además necesitan hacer dinero sacando material que no interesa a nadie, ni a los suyos, y como no lo consigue de una forma lo tiene que conseguir de otras. Es lo que venía a hacer la compañía con la OGL 1.1 y la comisión del 25 % que introducía, pero era tan horrible lo que ahí se decía que ha conseguido poner a toda la comunidad de D&D en su contra. Y una semana después, a la compañía no le ha quedado otra que dar marcha atrás en sus planes… o eso parecía.

La licencia abierta de juego (OGL) establece qué partes de D&D tiene derechos de autor (personajes, logos, etc.) y cuáles se pueden usar libremente —las reglas de juego, que no son patentables y no tienen derechos de autor—. La OGL 1.0a que venía usándose desde hace veinte años no ponía límites al uso de las reglas ni iba contra los jugadores o nuevas compañías que surgieran y que usaran el Sistema d20. Nuevamente, un conjunto de reglas no patentables y de libre uso.

En el comunicado en que indica que da marcha atrás, la compañía no ha tenido reparo en decir que con la OGL 1.1 buscaba limitar la libertad de expresión de aquellos que usaran esas reglas de libre uso y no patentables, y por tanto propiedad de nadie. Quería eliminar el margen para que terceros desarrollaran productos con contenido «de odio y discriminatorio», sin decir cómo lo iba a decidir ni qué entiende por ello, ni de qué forma apelar las decisiones.

Eso generalmente lo deciden las leyes vigentes de cada país y no una compañía. Salvo, claro está, que tengas una agenda despierta que cumplir. Simplemente por que un estudio creara un mundo de juego medieval en el que hubiera xenofobia, que los enanos odiaran a los elfos, WotC podía quitarte la licencia. De hecho hay cambios en One D&D que van encaminados a que todo sea de color de rosa en las campañas. Ni los drows son malos —dicen que es racista—, ni los orcos son malos —ídem—, ni los trasgos son malos porque «incita al odio hacia los que son diferentes». Eso dicho por los de WotC desglosando los motivos de estos cambios. Qué más dará que los drows sean (o fueran) creaciones de una deidad de pura maldad. No sé contra qué van a luchar los PJ con este planteamiento. Y por cierto, ni los enanos son bajos ni los elfos altos, ni hay modificadores a los atributos por raza —perdón, ahora lo llaman «especie», que «raza» es racista—, ni … En fin.

Esos planes no parece que vayan a cambiar porque, según dice WotC, «la nueva OGL contendrá las provisiones que nos permitan proteger y cultivar el entorno de inclusividad que estamos intentando crear, y especificará que solo se aplica al contenido de los juegos de rol de mesa». Un sector de la sociedad tiene una agenda y la tienen que aplicar con rodillo, destrozando todo lo que toquen.

También dice que cambiará el borrador —no es un borrador, sino la licencia final; no envías a nadie un borrador con un contrato para firmar en base a un borrador de la OGL 1.1 para dejar claro que no podrá aprovechar la propiedad intelectual de los que usen la licencia para crear productos con ella y venderlos sin que el autor original reciba un euro. WotC se autodaba una licencia sin límites al contenido que usara la OGL 1.1. Es que esto era terrible y lo que realmente ha puesto a todos en contra. Era tan burdo el intento de WotC de controlar todo lo que se creara en torno a D&D y su sistema de juego que le ha explotado en la cara. Ni los suyos querían saber nada de esto… porque atacaba a sus bolsillos. La pela es la pela. A pesar de todo, incluirá salvaguardas para que la compañía no pueda ser demandada por parte de los creadores que digan que WotC roba su obra por «puras coincidencias». Lo que es una «coincidencia» lo define las leyes vigentes, no una empresa. En fin.

La compañía también echa atrás las regalías o royalties que iba a aplicar a las empresas que ingresaran más de 50 000 dólares, con una estructura de pagos. Pero no todo es bueno porque, por ejemplo, la OGL 1.1 solo será aplicable a libros de rol y archivos electrónicos estáticos (PDF, Word, etc.), por lo que para usarla en videojuegos, tableros virtuales, etc., habrá que pasar por caja y conseguir una licencia de WotC, cosa que no ocurre con la OGL 1.0a.

La comisión que se incluía en la OGL 1.1 era del 20-25 % de los ingresos de la compañía licenciataria por el material publicado. O sea, los editores tendrían que aumentar un 20-25 % el precio de sus productos para poder pagarle su parte a WotC. Una empresa que ingresara 10 millones de dólares tendría que pagar 2.5 millones a WotC por no hacer nada. Esto le quitará una nueva fuente de ingresos que querían tener para suplir el desplome total y absoluto de ventas por la porquería que llevan años publicando.

La OGL 1.1 iba a ser publicada ayer, viernes 13 de enero de 2023, pero finalmente no pudo ser por los cambios a introducir. En WotC tienen la cara dura de decir que su intención fue siempre la de «solicitar la opinión de la comunidad antes de actualizar la OGL». Claro, por eso si no se llega a filtrar hace una semana hubieran publicado hoy la versión final, sin que la comunidad de D&D pudiera decir nada. Es que te toman por tonto y encima hay que agradecérselo, porque dicen que «todos hemos ganado» con estos cambios. Así sería si hubieran tirado a la basura la OGL 1.1 y dejado la OGL 1.0a. Pero hay cosas que no van a cambiar de lo filtrado en el borrador y que son preocupantes para el futuro de D&D.

No creo que empresas como Kobold Games o Green Ronin vayan a modificar sus intenciones previas tras conocerse la filtración. La primera está cambiando a un sistema no basado en las reglas no patentables de WotC, y Green Ronin iba a esperar. Hay infinidad de otras compañías, que llevan con el Sistema d20 desde el primer minuto, que iban a abandonarlo y que igual dependiendo de cómo sea la versión final de la OGL 1.1 pueden cambiar de idea.

Así pues, según el comunicado de WotC, solo da marcha atrás en una cosa:

  • Las comisiones por licencia.

Otra está en el aire si la cambiará o no:

  • Si podrá o no usar libremente la propiedad intelectual de los licenciatarios. Con la forma de expresarlo en el comunicado, no queda claro si da marcha atrás.

Se mantiene sin cambios:

  • Conculcación de la libertad de expresión. Será juez, jurado y verdugo por todo lo dicho en el contenido creado bajo la OGL 1.1 y que no le guste. El límite de la libertad de expresión son las leyes, no cuatro idiotas de Wizards of the Coast.
  • Por tanto, te podrán retirar la licencia cuando y como quieran. Da igual que no hayas hecho nada y seas el más despiertito del planeta, si creas un juego bajo la OGL 1.1 y tienes éxito, te van a retirar la licencia para proteger su entorno.
  • No se podrá usar para nada que no sean libros de rol y archivos electrónicos estáticos (p. ej. un PDF). Nada de tableros virtuales, novelas, elementos de juegos basados en cadena de bloques, música, bailes… Ninguna otra cosa que no sean libros de rol y sus PDF.
  • Que de «licencia abierta de juego» no tiene nada. WotC quiere controlarlo todo en torno a su sistema de juego no patentable, por lo que no es un sistema abierto sino cerrado, muy cerrado, y propietario.

Fuente: Wizards of the Coast. Vía: CBR.