Antes de nada me gustaría advertir al lector de que esta noticia va a tener una gran parte de reflexión. Dicho esto, quizás algunos os haya extrañado no ver la lista de los ganadores de los Oscar 2021 en la web. Por mi parte he de confesar que me enteré del evento a posteriori y cuando tuve la ocasión de publicarlo, no vi demasiado interés en ello; y supongo que a David le ha pasado lo mismo. Está claro que dos personas no son muestra de nada, pero si os digo que la audiencia de la edición de este año ha sido de media de 10.4 millones de personas, aproximadamente un 55 % menos respecto a los 23.6 millones del año pasado, la cosa cambia. Por cierto, los 23.6 millones de 2020 eran el anterior mínimo de audiencia que había registrado la academia, para que sirva de referencia.

¿Se está perdiendo el interés en el cine?, ¿en la gala en sí?, ¿en la propia televisión? Si respondiera sí y no a todas las preguntas seguro que encontraría partidarios y detractores a partes iguales para cada respuesta. Antes de entrar en más debates vamos a hablar del elefante en la habitación: 2020 no ha sido un buen año para el cine. La pandemia del COVID-19 ha tenido las salas vacías durante la gran parte del año, y los estudios han retrasado sin miramientos todas las producciones siendo pocos los valientes que se han atrevido a estrenar en un año tan aciago. Y con este panorama la gente no ha prestado ningún interés al cine en 2020, los que iban normalmente porque no había otro plan porque era peligroso, y los que íbamos porque nos gusta ir al cine, porque no había nada que ver. Así me ha pasado que, aunque no soy de ver todas las candidatas alguna caía, de las películas que optaban a las estatuilla este año no conocía prácticamente ninguna.

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Respecto al interés en la gala, creo que la situación política a nivel mundial no ha ayudado a su popularidad desde hace unos años. No pienso hablar de política aquí, pero ahora todo el mundo ve problemas en que si hay muchos o pocos negros, mujeres u otro tipo de colectivos. El caso es que tanto por un motivo u otro, ningún bando está contento con lo que hay, y con la cada vez mayor polarización que hay en la sociedad, esta va a seguir siendo la tónica durante unos cuantos años, lo que se traduce en más gente que pasa de ver «ese espectáculo político».

¿Y el interés en la televisión? Creo que tampoco les descubro a nadie, a nadie que no sea director de una cadena de televisión por lo visto, que poco a poco la televisión está perdiendo cuota respecto a otros medios más digitales como son las plataformas de vídeo bajo demanda (Netflix, Amazon Prime Video, HBO, etc.), Twitch o YouTube, e incluso las propias redes sociales (Instagram, Tick Tock, etc.). Este cambio viene encabezado sobre todo por los más jóvenes a los cuales les cuesta más sentarse a ver qué echan en la tele, y lo hacen más sabiendo de antemano lo van a consumir. Esto no considero que sea ni bueno ni malo, solo el cambio que viene intrínseco con el progreso de las tecnologías, y al que las cadenas tradicionales de televisión se han enganchado tarde y mal por lo general.

Pero a la televisión aún le queda mucha vida, es más, Los Angeles Times ofrecen datos como el de la entrevista de Oprah Winfrey al príncipe Harry y Meghan Markle (17.1 millones de espectadores), o la del tráiler de presentación de la serie The Equalizer durante la Super Bowl (20 millones de espectadores), por lo que aunque cada vez las cifras sean menores aún hay mucha gente al otro lado de la pantalla cuando se genera contenido que les interesa. ¿Qué ha pasado entonces con los Óscar? Como he dicho antes creo que las tres preguntas son correctas y no lo son a la vez.

Vía: Deadline, Los Angeles Times.