Spielberg ha sido muy explícito durante 2018 sobre su opinión de que los servicios de vídeo bajo demanda no deberían competir en los Óscar sino en los premios Emmy a películas de televisión. La explicación es que Amazon y Netflix están estrenando en un puñado de cines en EE. UU. y durante muy pocos días ciertas películas para poder optar a un óscar en sus películas, lo cual atenta contra el espíritu del mundo cinematográfico.

La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas va a tener una reunión en abril para tratar este tema, y Steven Spielberg está buscando apoyos. En cierto sentido, lo que busca es que se establezcan mínimos de permanencia en cartelera y número de cines en los que estrenar las películas para poder optar a un óscar, y de hecho eso podría dar vida nueva a los cines en Estados Unidos y el resto del mundo.

Por ejemplo, se valora la idea de que, de esta forma, Netflix ofreciera un nivel de «suscripción a cines» para poder ver sus películas que optaran a los Óscar; el resto irían a la vía de optar a los Emmy.

Los estudios cinematográficos han sido también muy críticos con Netflix y otros servicios y su plan de mostrar unos pocos días las películas para optar a los Óscar, cuando ellos mantienen semanas algunas películas que no funcionan del todo bien con el coste que conlleva, aunque sean películas que reciben críticas muy positivas. También critican la información que no proporcionan de espectadores a sus películas, el estreno simultáneo en todo el mundo, y otras características que diferencian los servicio de VBD frente al cine tradicional.

Aunque, eso sí, algunos cineastas consideran que los servicios de vídeo bajo demanda es la única forma de poder crear sus películas. Pero hay que tener en cuenta también que se suele elegir más qué películas se producen para cines y Netflix actualmente tiene un filtro paso todo, engordando cada vez más un catálogo con contenido de tercera —y entre medias, obviamente alguna genialidad como Roma.

Vía: EnGadget.