Deadpool ha sido uno de los éxitos más inesperados de este año, una película por la que ni su propio estudio, 20th Century Fox, apostaba. Gracias al empeño del protagonista, Ryan Reynolds, y de su director, Tim Miller, la cinta salió adelante, recaudando 782 millones de dólares a nivel mundial con un presupuesto de 58 millones.

Todo apuntaba a que la secuela saldría adelante sin demasiados contratiempos, en la cual al mercenario bocazas más famoso de los cómics haría pareja con Cable. Sin embargo, la súbita salida del director ha sido una sorpresa para todos, ya que no se sabe con seguridad a qué se ha debido, aunque se indica que estaría relacionada con la elección de un actor para interpretar a Cable.

Para interpretar a este mutante, hijo en los cómics de Cíclope, Tim Miller habría querido fichar a Kyle Chandler, famoso por Friday Night Lights y protagonista de Bloodline para Netflix en estos momentos. La opción de Ryan Reynolds, a quien el estudio le ha dado un cuantioso incremento salarial y mayor control creativo sobre la película, tendría en mente a un actor distinto.

Deadpool 2 se estrenará en algún momento de 2018, pero ojalá que la salida de Miller, quien empleó su experiencia en efectos especiales para mantener bajo control el presupuesto de la pelicula, no se note en exceso. El éxito de Deadpool no es solo cosa de Reynolds y de los guionistas, sino también suyo, habiendo sido una labor de equipo.

Vía: Comic Book Resources.