Apple ha desarrollado sus propios sistemas en chip ARM con arquitectura gráfica propia y memoria unificada. En el caso de los últimos M1 Pro y M1 Max, usan memoria LPDDR5 a 6400 MHz, lo cual da hasta 408 GB/s de ancho de banda de memoria en el M1 Max, el cual a su vez consta de 4096 sombreadores. Es un chip gráfico a la altura de una RTX 3070 en ciertas pruebas, pero en juegos todo depende de cómo estén implementados.

Ahora han publicado un vídeo probando el M1 Max en 25 juegos, y los resultados son variados. Hay que tener en cuenta que la única forma de aprovechar al máximo el M1 Max es que el juego esté compilado expresamente para la arquitectura de estos M1, o en otro caso se ejecutarán sobre el traductor Rosseta 2 incluso si el juego usa también la biblioteca gráfica Metal… pero compilada para las arquitecturas de AMD.

El vídeo empieza fuerte, con un Baldur's Gate 3 funcionando de manera nativa (Metal sobre M1 Max) y alcanza los 120 Hz a QHD y los 60 Hz a 4K de manera estable. Otro juego que llega a 4K y 60 Hz a calidad máxima es World of Warcraft, el cual también funciona de manera nativa. Luego hace un repaso a otros juegos, sobre Rosetta 2 y traductores de juegos de Windows a través de Parallels Desktop 17 y el más popular y mejor CrossOver 21.

Los resultados son muy variados, pero demuestran que los juegos nativos para el M1 Max convierten en al MacBook Pro en un PC apto para jugar a gran calidad. No es su objetivo, y diría que tiene ciertas dificultades para jugar a 4K, donde se pierde bastante rendimiento, pero no es una arquitectura que haya sido diseñada expresamente para ello.

Vídeo